Ya se negocian acciones en la Bolsa

Estuardo Gasparico M.

Rentactivos, S.A. fue constituida en el 2010, siendo su principal actividad el desarrollo, arrendamiento y administración de activos inmobiliarios, utilizados como centros de distribución, de los cuales ha adquirido cuatro que fueron rentados a la corporación CBC, una firma dedicada al segmento de bebidas.

Los cuatro inmuebles están valorados en US$10.6 millones, por lo que constituyen la garantía que respalda la emisión de las 6,500 acciones Rentactivos Serie D Dólares 1, que fueron inscritas para oferta pública con un valor nominal de US$1,000 cada una, por las que se ofrecieron dividendos de 7.5 por ciento anual, pagaderos semestralmente.

Seis meses después, los inversionistas ya recibieron sus primeros US$243,750, y el valor de las acciones ha alcanzado los US$1,026.82 en el mercado secundario, aparte de que hay más interesados en adquirirlas, informó Andreas Losen, gerente de IDC Valores, S.A., la Casa de Bolsa que actúa como representante legal del emisor y que certifica la veracidad de los datos contenidos en el prospecto respectivo (documento que detalla la información financiera del emisor).

Esto fue observado de cerca por la compañía Servicios Agropecuarios San Diego, cuya actividad principal es la compra y arrendamiento de activos inmobiliarios en la Costa Sur, destinados a la siembra de caña de azúcar.

Luego de los estudios respectivos, también decidió emitir 38,368 acciones preferentes Serie A Dólares I, con un valor nominal de US$100 cada una, las que el martes recién pasado fueron colocadas en su totalidad en la Bolsa de Valores Nacional (BVN), con un rendimiento inicial de 7.63 por ciento anual (antes de impuestos), pagadero trimestralmente, con la garantía de 4 fincas, cuyo valor supera los US$10.8 millones.

El papel de IDC

Ahora bien, esto no hubiera sido posible, sin la gestión y acompañamiento de Corporación IDC, empresa que nació hace 20 años y se dedica al ramo inmobiliario, la generación eléctrica solar, la banca de inversión y, especialmente, a acompañar el proceso de emisión y negociación de títulos valores de empresas privadas, por medio de su casa de bolsa.

El objetivo de impulsar estas emisiones, es para contribuir a ampliar y sofisticar el mercado de capitales en el país, creando y estructurando productos de empresas interesadas en operar en Bolsa, expuso su gerente, Andreas Losen, al comentar que ellos buscan a empresas emisoras que no pertenezcan al negocio financiero-bancario, pero que deseen financiarse en el mercado bursátil.

A la vez, requieren que los inversionistas sean personas particulares o corporaciones nacionales y extranjeras, como fue el caso de los inversionistas de San Diego: más de 80 compradores son personas particulares, y también invirtieron 2 asociaciones solidaristas y una cooperativa.

Nosotros queremos «atomizar la inversión»; es decir, que participe la mayor cantidad posible de accionistas, por lo que también nos interesa manejar las emisiones de empresas de energía, minería y las que ganen las licitaciones de las obras que promueve la Agencia de Alianzas Público-Privadas, añadió.

Abriendo el mercado secundario

La BVN funciona desde 1987 y, con su autorización, se estableció formalmente el Mercado de Valores en Guatemala.

Desde entonces, esta entidad proporciona el lugar, la infraestructura, los servicios y las regulaciones para que los agentes de bolsa realicen operaciones bursátiles, brindando información completa y actualizada sobre la oferta y demanda, lo que permite a compradores y vendedores realizar sus negociaciones a precios de mercado.

No obstante, hasta el año pasado, casi solo se habían negociado instrumentos de deuda (bonos) emitidos por el Estado de Guatemala, a través del Ministerio de Finanzas Públicas y el Banco de Guatemala, o por empresas privadas, que emiten pagarés, explicó su gerente, Rolando San Román.

En síntesis, de los 16 empresas emisoras de títulos valores registradas en la BVN, 6 cuentan con emisiones de deuda, mientras que siete ya emiten acciones, pero solo estas dos han decidido financiarse por medio de la colocación de acciones preferentes, lo que constituye el nacimiento formal del mercado secundario de títulos privados en el país.

El ejecutivo explicó que, después de tanto tiempo negociando deuda pública y privada, el reto es desarrollar el mercado secundario.

Los títulos de deuda, generalmente tienen un valor de emisión, una tasa de interés y una fecha de vencimiento; todo ello, establecido al momento de la emisión y grabado en las láminas (títulos impresos), por lo que su renegociación (mercado secundario) es muy limitada, expuso.

Además, cada título de deuda tiene características diferentes, pues se emiten a medida que el inversionista se acerca al emisor (no hay estandarización), por lo que si un inversionista necesita liquidez y quiere renegociar antes del vencimiento los bonos o pagarés que compró, lo más probable es que en lugar de ganar, pierda.

En cambio, las acciones sí pueden generar mayor valor, ya que es más fácil que cambien de dueño en el mercado secundario; pues, aunque se emiten con un valor nominal, este puede subir o bajar según la oferta y la demanda; no tienen fecha de vencimiento (solo plazo de recompra); y en la actualidad, ya se trabaja con títulos desmaterializados, que son más fáciles de manejar y controlar.

Cómo capitalizarse en Bolsa:

– Para registrar una emisión accionaria en Bolsa, la empresa emisora debe acudir a un agente de Bolsa, el que le asesorará en la evaluación del proyecto y la estructuración de la emisión, sugiriéndole el porcentaje de deuda y/o capital a emitir, así como las características para esta.

– El agente de Bolsa debe contribuir a la recopilación de la información, debe elaborar el prospecto de la emisión con los datos relevantes de la empresa, situación financiera, riesgos principales de la empresa y de la emisión, dentro de otra información.

– Posteriormente, el prospecto se presenta junto con los documentos legales y financieros para su aprobación en la Bolsa y en el Registro del Mercado de Valores y Mercancías.

– Una vez aprobada la emisión, el agente de Bolsa designado es responsable del manejo de la colocación de la emisión dentro del público inversionista.

– Durante la vigencia de la emisión, el agente de Bolsa también puede prestar el servicio de administración de la deuda, que consiste en la recepción de los fondos provenientes de las inversiones, el traslado de los recursos a la emisora, el pago de capital e intereses a los inversionistas y, si se da el caso, la reinversión de los vencimientos.

Obligaciones de los emisores:

– El emisor debe cumplir con una serie de requisitos legales y financieros para listar sus valores en Bolsa; sin embargo, la inscripción de una emisión en la Bolsa no implica garantía alguna sobre la solvencia del emisor.

– Los requisitos que se imponen a los emisores le permiten al inversionista disponer de información actualizada que facilita la toma de decisiones, pero este debe analizar el prospecto de cada emisión, especialmente el destino de los fondos, administración, historia de la sociedad, productos o servicios, utilidades, etc.