Uno de cada cinco niños de la Unión Europea asegura estar creciendo infeliz y con ansiedad por el futuro, según el informe ‘Nuestra Europa. Nuestros Derechos. Nuestro Futuro‘ publicado este martes por ChildFund Alliance, Eurochild, Save The Children, UNICEF y World Vision en colaboración con la Comisión Europea.
El estudio, para el que se ha consultado a 10 mil niños de entre 11 y 17 de años, pretende ser un referente para configurar el diseño de la próxima Estrategia de la Unión Europea sobre Derechos de Infancia y la Garantía Infantil.
El documento indica que la pandemia de la COVID-19 ha empujado a los niños y jóvenes en Europa y otros lugares a sentir presión e incertidumbre.
- En concreto, uno de cada 10 niños encuestados señaló que vive con problemas de salud mental o síntomas como depresión o ansiedad,
- siendo las niñas las que se sentían en más riesgo que los niños
- mientras los menores de más edad han comunicado mayores niveles de problemas.
Discriminación
Un tercio de los niños encuestados reconoció haber sufrido discriminación o exclusión, una situación que, asimismo, ha sufrido un 50 por ciento de niños con discapacidad, migrantes, minorías étnicas o del colectivo LGTBQ+.
Según el informe, también tres cuartas partes de los niños consultados afirmaron ser felices en la escuela, pero el 80 por ciento de los de 17 años dijo que sienten que la educación que se les ofrece no les prepara bien para el futuro.
En este sentido, la mayoría de niños subrayó que le gustaría hacer cambios en su vida escolar. En concreto, el 62 por ciento optó por tener menos deberes, y un 57 por ciento por tener clases más interesantes.
Asimismo, casi un tercio incidió en que les gustaría influir en el contenido del currículo escolar, con más actividades deportivas –33 por ciento–, aprendizaje sobre derechos de infancia –31 por ciento– y más asignaturas artísticas –31 por ciento–.
Por otro lado, casi todos los menores encuestado señalaron que han escuchado hablar de derechos de infancia, mientras el 88 por ciento manifestó ser conscientes del cambio climático y su impacto en la comunidad; el 8 por ciento más o menos consciente y el 4 por ciento no estaba seguro.