- Los de Ancelotti no mostraron una superioridad abrumadora, aunque terminaron con un resultado cómodo ante un combativo equipo egipcio que, sin embargo, fue inferior
No fue un partido sobrado. Lo mejor se vio apenas en el minuto 92 con una combinación espectacular entre Rodrygo y Ceballos, para concluir con anotación del brasileño (3-1), antes de cerrar el partido con un gol del juvenil Arribas (4-1), que sin embargo no logró borrar la sensación de debilidad que por momentos mostró el Real Madrid ante un Al Ahly sin poderío real.
El resultado puede llamar a engaño, porque la superioridad del campeón de Europa no fue evidente a lo largo de la mayor parte de los 98 minutos de juego. El inicio no fue fácil y el cuadro de Ancelotti solo generaba peligro cuando recuperaba en campo contrario. Y de una de esas recuperaciones cerca del área llegó el primer gol. Vinicius estuvo muy atento, presionó, recuperó y batió a El Shenawy con una vaselina como marca la lógica.
Tras el descanso, la primera jugada diferente permite el segundo gol madridista. Modric , muy a su estilo de antes, hace un pase de lujo y El Shenawy le niega el gol a Rodrygo, pero Federico Valverde caza el rechace y pone un 2-0 que parecía suficiente. Bien por Valverde, que necesitaba un gol para recuperar sensaciones.
El partido parecía sentenciado cuando un penalti de Camavinga metió de nuevo al cuadro egipcio en la eliminatoria. Maaloul no falló desde los once metros y el Madrid tuvo sus peores minutos, con un Lunin que salvó el empate tras una falta lateral.
En la recta final, Modric falló un penalti pero el equipo blanco acabó goleando con goles de Rodrygo, tras la sensacional jugada con Ceballos, y de Arribas, que salió en el 96 y marcó nada más entrar para hacer su primer gol con el primer equipo.
El sábado el Real Madrid disputará la final las 13:00 horas (tiempo GT) ante los saudíes del Hilal, que el martes eliminaron al campeón de la Copa Libertadores, el Flamengo de Brasil.