Un oro gigante: el gladiador Mijaín López se eterniza en los Juegos Panamericanos

Cuando se presente podrá decir: «hola, soy Mijaín López, el gladiador más grande del continente». El cubano conquistó este jueves en Lima-2019 su quinto oro consecutivo en lucha grecorromana, una hazaña jamás vista hasta hoy en la historia panamericana de los deportes de combate. 

!Gigante¡ Lo que hizo el cubano en el Coliseo Miguel Grau, en el Callao, fue descomunal. En menos de dos minutos doblegó la humanidad del venezolano Moisés Pérez por una superioridad técnica de 9-0 en la máxima categoría de la grecorromana, los 130 kg. 

El juez levantó el brazo del nacido en Pinar del Río para apenas dejar constancia notarial de su gesta. El luchador de 36 años, triple campeón olímpico (Pekín-2008, Londres- 2012 y Río-2016), se ceñía después su quinta corona continental al hilo.

«Ahora vamos a luchar por mi cuarta medalla olímpica en Tokio, estamos enfocados en ganar», señaló Mijaín a la AFP.

Entre más rápido, mejor

En estos Juegos Panamericanos no tuvo rival. Se fue sin recibir un solo punto en contra. Mijaín, la mole cubana de 1,96 metros, amplió la leyenda que había comenzado en los Juegos de Santo Domingo-2003.

«Cuando estoy frente a cada oponente me enfoco solamente en ganar y hacerlo lo más antes posible si se puede, porque si uno no obtiene una medalla en estos Juegos tiene que esperar cuatro años. Ese sacrificio no se puede ir en un segundo», relató el gladiador.

En el día 13 de competencia, Cuba alcanzó quizá su oro más seguro pero no por eso impactante. El cubano Mijaín hizo añicos lo imaginable, entró a la historia y Cuba ascendió al quinto puesto del medallero.

La isla completó 23 doradas, detrás de Canadá (26), México (27), Brasil (36). 

Con 82 oros, Estados Unidos se muestra tan imbatible como el propio Mijaín en el primer puesto y marcha inexorable hacia una nueva conquista panamericana, la número 16 en 18 ediciones de los Juegos. Solo dejó caer la corona en Buenos Aires-1951 y La Habana-1991.

Fiesta latinoamericana en las pistas

Aunque ningún oro iguala la hazaña del luchador cubano, la isla sonríe después de días aciagos. Yarisley Silva ganó el oro en el salto con pértiga y revalidó lo hecho en Guadalajara-2011 y Toronto-2015.

De 32 años, la cubana se levantó sobre los 4,75 metros y registró su mejor marca de la temporada.

Pero el atletismo también reservó una alegría inédita para Colombia en los 400 metros, mientras Chile celebró el 1-2 en lanzamiento de martillo. Y Costa Rica se hizo a su primer oro en los 100 metros vallas femeninos.

Con un fabuloso sprint final, Zambrano logró superar a pocos metros de la meta al jamaiquino Demish Gaye. «Estoy luchando por la casa de mi madre y haciendo historia en Colombia. No tengo límites. Mi confianza va más allá», dijo Zambrano, quien recorrió la distancia en 44.83 segundos.

México se sumó a la fiesta con su segundo título en el atletismo por vía de José Villarreal en los 1.500 metros.

¿Y Nathan?

En estos Juegos el atletismo corre de la mano con la natación en la misma jornada. 

Y los estadounidenses una vez más dominaron, Brasil dio brazadas de resistencia, y todo hubiera sido ordinario de no ser porque el cajón más alto del podio se quedó esperando por el múltiple campeón olímpico Adrian Nathan, derrotado los 100 metros libre. 

De tres oros marcados en principio con su nombre solo ha recogido uno.

Pero la noche fue iluminada por Margo Geer, quien pescó su tercer oro enlos 100 metros libre tras imponerse en en los relevos 4×100 libre femenino y 4×100 libre mixto. 

«Es la primera vez que gano una medalla en una competencia internacional, es súper especial para mí, me encanta ser parte de un equipo, pero esta individual es súper especial», expresó Geer.

La argentina Delfina Pignatiello también se dobló en oro con su triunfo en los 800 m libre femenino. El martes se quedó con la victoria en 400 m libre.

El balance final del día fue: seis oros estadounidenses, dos brasileños y el de Pignatiello.

Una de alegría y otra de llanto

Pero no todo fue delirio para los argentinos. La campeona olímpica Paula Pareto cayó sorpresivamente en semifinales del judo en la categoría 48 kg frente a la cubana Vanesa Godínez por ippon.

«Es un dolor en el alma terrible», lamentó la judoca, explicando lo sucedido. «Una lesión que viene ya de hace rato me jugó una mala pasada desde la primera lucha».

Así, dolorida, la argentina había avanzado a los cuartos de final derrotando la brasileña Larissa Farías. Pero finalmente se quebró y los albicelestes no pudieron contar con su oro para escalar en el medallero. Por ahora marchan sextos.