Un total de 17 países americanos, incluidos los miembros del Grupo de Lima, han hecho un llamamiento urgente al inicio de un proceso de transición en Venezuela que permita encontrar una «salida pacífica» en el país, tras denunciar que las elecciones parlamentarias del domingo no fueron legítimas.
En una declaración conjunta, los firmantes han reiterado que las elecciones fueron organizadas por «el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, carecen de legalidad y legitimidad porque fueron llevadas a cabo sin las mínimas garantías de un proceso democrático, de libertad, seguridad y transparencia ni de integridad de los votos ni la participación de todas las fuerzas políticas ni de observación internacional«.
Elecciones fradulentas
Así las cosas, han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que «se una al rechazo de estas elecciones fraudulentas y apoye los esfuerzos para la recuperación de la democracia, el respeto a los Derechos Humanos y el Estado de derecho en Venezuela«.
En este sentido, han hecho un llamamiento a todos los actores políticos del país, independientemente de «las tendencias ideológicas y afiliaciones partidarias, para que pongan los intereses de Venezuela por encima y se comprometan de manera urgente a un proceso de transición, definido e impulsado por los venezolanos».
El objetivo de dicho proceso, han subrayado, debe ser «encontrar una salida pacífica y constitucional que lleve al país a unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y creíbles, lo más pronto posible«.
Firmantes
- La declaración la firman Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía
Ausentes
Entre las ausencias notables figuran Argentina y Bolivia, cuyos presidentes Alberto Fernández y Luis Arce, están políticamente muy próximos a Maduro.
Tampoco la firman México y Uruguay, países ambos que han optado durante la crisis venezolana por no significarse por uno u otro bando con vistas a poder ejercer llegado el caso un papel de interlocución.