Un experimento con buenos resultados

Astrid PerdomoPor Astrid Perdomo


Naciones Unidas apostó a apoyar a Guatemala bajo un nuevo mecanismo que hoy ha permitido generar una serie de cambios a nivel nacional, creando una comisión que ha dado resultados tangibles y positivos. Esta comisión sin precedente alguno, ya que está adscrita directamente a la Secretaría General y no a una oficina del Sistema de Naciones Unidas, y no existe en ningún otro país del mundo que se haya beneficiado de una comisión así, ha favorecido al fortalecimiento en materia de investigación criminal. En los primeros años existía duda e incluso resistencia sobre cuál sería su labor en el país y si sus funciones no se extralimitarían en su actuación, pero hoy podemos decir que esta comisión ha permitido por medio de capacidades técnicas desenmascarar a la red más grande de defraudación del Estado, la cual ha demostrado sobrepasar cualquier limite y dejado a muchos guatemaltecos boquiabiertos por su capacidad para crear una red para saquear al Estado.

Es importante reconocer y tomar en cuenta que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) ha dado estos pasos firmes estando a cargo del Comisionado Iván Velásquez, quien con dedicación y profesionalismo ha asumido un papel complejo, tratándose de hechos que a pesar de que muchos guatemaltecos tenían conocimiento o se imaginaban qué sucedía, nunca pensaron poder llegar al día en que estos ilícitos pudieran ser llevados ante un juez, y también la Fiscal General ha tomado la batuta para maximizar los recursos y fortalecer las capacidades y presentar los casos de corrupción para poder dar uno de los pasos más importantes para sacar al país de la pobreza en la que la clase política la ha dejado.

El caso de Guatemala ha alertado en otros países, donde se conoce que los partidos políticos han funcionado como vehículos electorales, y que reciben financiamiento ilícito, nuestro país será tomado en cuenta para analizar cómo suceden estas prácticas en otros países, sobre todo en América latina, donde los sistemas políticos son parecidos. Pero más importante será que nosotros mismos tomemos esto como una nueva oportunidad para informarnos y estar más pendientes de quiénes son las personas que están aspirando al poder, y cómo funciona la organización partidaria a la que pertenecen, porque si vamos, de nuevo, a dejar de tener memoria de todo lo que se ha evidenciado, estaremos permitiendo que personas sin escrúpulos, como Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, lleguen al poder, saquen los fondos públicos y limiten las posibilidades de desarrollo de muchos guatemaltecos.

La CICIG ha generado apoyo y los guatemaltecos debemos darle sostenibilidad y ser coherentes con lo que pedimos de nuestros gobernantes, exijamos que respeten la nueva normativa electoral, sobre todo lo concerniente al control y fiscalización de las organizaciones políticas, y castiguemos a quienes pretendan seguir con las prácticas clientelares para poder llegar al poder, no es solo en el proceso electoral cuando debemos externar nuestro sentir, debemos promover que las organizaciones políticas fortalezcan su democracia interna para cambiar el sistema. Asimismo, demostrar el agradecimiento y favorecer el apoyo que Naciones Unidad da al país con la iniciativa de la CICIG, porque las capacidades técnicas que se están trasladando y fortaleciendo en el Ministerio Público y sistema de justicia se quedarán para dar provecho y contar con mecanismos de investigación más robustos que permitirán el fortalecimiento de las capacidades.

El caso de Guatemala ha alertado en otros países, donde se conoce que los partidos políticos han funcinado como vehículos electorales.