Turquía se apresta a enviar tropas a Libia

El presidente Recep Tayyip Erdogan abrió el jueves la vía a una intervención militar directa de Turquía en Libia, al anunciar una votación parlamentaria sobre el envío de tropas en apoyo al gobierno de Trípoli frente el general Jalifa Haftar, que controla el este del país.

El despliegue de soldados turcos en el terreno podría agravar el conflicto fratricida que devasta el país desde la caída del régimen de Muammar Gadafi en 2011 y que se ha visto alimentado por potencias regionales rivales.

Para justificar la intervención, Turquía se basa en que el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), al que apoya militarmente, está reconocido por la ONU, mientras que el mariscal Haftar no tiene ninguna legitimidad internacional aunque cuente con el apoyo de ciertos países.

La supervivencia del GNA es fundamental para Ankara, que acaba de firmar un acuerdo de delimitación marítima que permite a Turquía hacer valer sus derechos en vastas zonas del Mediterráneo Oriental ricas en hidrocarburos, ambicionadas por otros países como Grecia, Egipto, Chipre o Israel. 

En un discurso en Ankara, Erdogan explicó que la moción para el envío de soldados será presentada el 7 de enero. «Si Dios quiere, podremos hacerla adoptar el 8 o 9 de enero y así responder favorablemente a la invitación del gobierno legítimo libio» de asistirlo militarmente, añadió.

«Apoyaremos por todos los medios al gobierno de Trípoli, que resiste a un general golpista apoyado por países árabes y europeos», continuó, en referencia al mariscal libio Jalifa Haftar.

El Parlamento turco aprobó el sábado un acuerdo de cooperación militar y de seguridad firmado con el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) el 27 de noviembre, durante una visita en Estambul de su líder Fayez al Sarraj. 

Este acuerdo entró en vigor el jueves tras ser publicado por la gaceta oficial.

«Señor de la guerra»

El acuerdo con el GNA permite a ambas partes enviar a uno y otro país a personal militar y policial para misiones de entrenamiento y educación, indicaron responsables turcos.

Para obtener la autorización de desplegar fuerzas en Libia, el gobierno turco debe lograr que el Parlamento apruebe un mandato separado, como lo hace cada año para enviar militares a Irak y Siria.

El mariscal Jalifa Haftar recibe el apoyo de Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, países que mantienen tensas relaciones con Turquía y Qatar, otro aliado del GNA.

«Están apoyando a un señor de la guerra. En cuanto a nosotros, estamos respondiendo a la invitación del gobierno legítimo libio. Esa es la diferencia», subrayó Erdogan.

El presidente turco sostiene que las fuerzas de Haftar también están recibiendo apoyo de una compañía de seguridad rusa, dando crédito a informaciones aparecidas en medios y desmentidas por Moscú sobre la presencia de mercenarios rusos en Libia. 

Interrogado sobre el proyecto de intervención de Ankara en Libia, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el jueves que es «poco probable que la injerencia de un tercer país» contribuya a resolver el conflicto.

Según el think tank Edam, basado en Estambul, el despliegue militar turco consistiría en «fuerzas especiales» y «personal de combate altamente cualificado», así como oficiales de inteligencia y de enlace. El centro de investigación afirma que las operaciones en Siria han permitido a Turquía adquirir experiencia en este tipo de operaciones.