El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que responderá este viernes a los nuevos aranceles anunciados por China a productos estadounidense valorados en 75.000 millones de dólares en un recrudecimiento de la guerra comercial entre ambas potencias.
China anunció este viernes su intención de imponer nuevos aranceles a bienes importados de Estados Unidos en respuesta a los gravámenes adicionales que prevé instaurar Washington próximamente.
Estos aranceles de entre 5 y 10% se aplicarán a 5.078 productos estadounidenses en dos fases – el 1 de septiembre y el 15 de diciembre-, precisaron las autoridades chinas.
Pekín también anunció que impondrá gravámenes de un 25% a los automóviles procedentes de Estados Unidos y un 5% a las piezas sueltas a partir del 15 de diciembre.
Trump replicó que va a responder «esta tarde» y dijo que «se les ordena» a las empresas estadounidenses «que empiecen a buscar inmediatamente alternativas a China», sin explicitar qué mecanismo puede usar un presidente para impedir a las empresas comerciar con Pekín.
«Francamente no necesitamos a China y estaríamos mejor sin ellos», sentenció Trump, en una diatriba de tuits en los que criticó al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell por sus desacuerdos en política monetaria preguntándose quién es el «mayor enemigo» de Estados Unidos, el jefe del emisor o el presidente chino Xi Jinping.
En un momento en que el Fondo Monetario Internacional recortó sus previsiones para el crecimiento mundial por la incertidumbre comercial, en su discurso anual ante la convención de bancos centrales en Jackson Hole, Powell advirtió sobre «riesgos significativos» en el horizonte.
Las cosas reaccionaron con nerviosismo al anunció de China y Wall Street abrió en rojo y profundizó las pérdidas después del anuncio de Trump. Pasado el ecuador de la jornada el Dow Jones operaba en rojo.
Trump impuso aranceles a bienes importados del gigante asiático con un valor comercial de 250.000 millones de dólares, y aplicará tarifas aduaneras adicionales sobre productos chinos por un valor total de 300.000 millones de dólares, en dos nuevas rondas: el 1 de septiembre y el 15 de diciembre.
El incremento de las tarifas por parte de Washington «ha llevado a una continua escalada de las fricciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, violando el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado en Argentina y en Osaka», afirmó en un comunicado la oficina de la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino.
«La adopción por parte de China de nuevos aranceles es una medida a la que se ve obligada para responder al unilateralismo y el proteccionismo comercial de Estados Unidos», agregó la oficina.
El tiempo es esencial
La influyente Cámara de Comercio urgió a ambas partes a volver a la mesa de negociaciones para encontrar una solución.
«Pese a que compartimos la frustración del presidente, creemos que un compromiso continuo y constructivo es lo adecuado para avanzar», dijo el líder de la asociación de empresas, Myron Brilliant, en un comunicado.
«El tiempo es esencial. No queremos un mayor deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China».
El miércoles, Trump se proclamó como «el elegido» defendiendo su guerra comercial contra China, e indicó que era su «destino encargarse de Pekín» una retórica cargada que continuó este viernes.
Esta incertidumbre ha sacudido los mercados y llevó a los rendimientos del bono del Tesoro a 10 años por debajo de las tasas de la deuda a corto plazo. Esta inversión de las curvas, que volvió a repetirse en jueves es considerada por los expertos como un prolegómeno de recesión.
Desde Estados Unidos los funcionarios afirman que las negociaciones comerciales con China continuarán el mes próximo.
Pero el portavoz del ministerio de Comercio chino, Gao Feng, dijo el jueves no estar informado de cuándo comenzaría la siguiente ronda.
Las dos potencias están enfrentadas en otros frentes además del comercio, pasando por las disputas territoriales en el mar de China meridional, las protestas en Hong Kong o la embestida de Estados Unidos contra el fabricante tecnológico Huawei.