Tras el escándalo Weinstein: ACOSO SEXUAL salpica por todos lados

No es nada nuevo, pero esta vez las reacciones parecen causar  “efecto dominó”, que parte del mundo del espectáculo para alcanzar luego la política , finanzas, deportes y más.  Twitter se convierte en un medio para denunciar.  El ex presidente George Bush (padre), obligado a una disculpa por “manoseo indebido”

Charles D. Wilson

El escándalo Weinstein una vez más mostró el lado sórdido de Hollywood, pero el rampante acoso sexual en los lugares de trabajo puede difícilmente limitarse al glamuroso mundo del entretenimiento., porque como está saliendo a relucir, se encuentra por todos lados.

Un punto en común en este tipo de acoso es la forma en que se aprovecha el poder o la autoridad para cometer el crimen, que ahora está probado que cada vez se persigue más, sin importar la calidad de las personas.  Ya ni el longevo ex presidente de Estados Unidos, George Bush padre (93 años),  puede abusar de su posición sin ser señalado públicamente.

El Show business es particularmente vulnerable porque es altamente competitivo y tradicionalmente depende de relaciones y conexiones paraa escalar, explica Ann Fromholz, una abogada especializada en acoso.

El estándar para entrar y crecer no estrictamente tiene que ver con mérito, puede ser la apariencia, o a quien conocesMucha gente que ya está en la industria termina tolerando conductas que odian porque, hasta ahora, era el precio de admisión.

El escándalo de Harvey Weinstein ilustra al extremo el problema: el otrora influyente productor de Hollywood fue señalado por unas 40 actrices de conducta inapropiada, que va de acoso a violación.

Pero Fromholz narra cómo se ha cruzado con historias de horror de conserjes, trabajadoras rurales y de restaurantes, un sector que en Estados Unidos ocupan muchos indocumentados temerosos no solo de perder sus trabajos sino de ser deportados.

Otros perfiles de gente cuya conducta abusiva generalmente sale impune incluye abogados de alto perfil; inversionistas de las empresas de tecnología de Silicon Valley; o celebridades de la televisión como Bill O’Reilly, cuyo reinado en la cadena Fox News llegó recientemente a su fin tras una avalancha de denuncias.

Una encuesta a 2.000 mujeres realizada en 2015 por la revista Cosmopolitan reveló que una de cada tres habían experimentado algún tipo de acoso en el trabajo, incluidos avances físicos o verbal no deseados, y demandas a cambio de favores sexuales.

 

«Suficiente»

Los pasillos de edificios de gobierno no son excepción, con asistentes y hasta legisladoras siendo objeto de insinuaciones y toqueteos indeseados.

Más de 140 personalidades políticas y empleadas del gobierno de California firmaron una carta abierta en la que dijeron «suficiente». «Como mujeres líderes políticas, en un estado que se muestra como líder en justicia y equidad, pueden asumir que nuestra experiencia es diferente. No lo es».

Cada una de nosotras ha sufrido, sido testigo o trabajado con una mujer que ha experimentado algún comportamiento deshumanizante por parte de hombres con poder, añadieron.

Expertos en la materia insisten en que una política clara es esencial para crear una cultura saludable de trabajo, con castigos para aquellos que crucen la línea.

En 1986, la Corte Suprema reconoció el acoso sexual como una violación a la ley de Derechos Civiles de 1964 que prohíbe la discriminación por raza, color, religión, sexo o nacionalidad.

 

Twitter: Avergonzar al agresor

#YoTambien #AMiTambien #MeToo #MoiAussi, #EuTambem… La expresión ha dado la vuelta al mundo en múltiples idiomas en forma de etiquetas en Twitter y otras redes sociales, con las que cientos de miles de mujeres están denunciando abusos sexuales.

La actriz estadounidense Alyssa Milano publicó un mensaje alentando a las mujeres víctimas de acoso sexual a dar su testimonio en la red social utilizando las palabras #MeToo en el contexto del caso Harvey Weinstein.

Si has sido acosada sexualmente o abusada, escribe ‘me too’ como respuesta a este tuit, dijo desde su cuenta la actriz de Embrujadas, que no se encuentra entre las decenas que han acusado al célebre productor.

Entre los cientos de miles de tuits que ha desencadenado la campaña, se cuentan los de la cantante estadounidense Lady Gaga y de la exbecaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, quien protagonizó un escándalo sexual con el entonces presidente Bill Clinton.

La iniciativa encontró un fuerte eco internacional entre las mujeres, tanto anónimas como con nombre y apellido, que en muchos casos parecen hablar por primera vez de su experiencia en público.

En Gran Bretaña, la etiqueta ha sido utilizada por la portavoz laborista Stella Creasy: He sido hostigada como millones de mujeres y niñas en el mundo. La vergüenza está en los agresores, no en mí, escribió en su cuenta.

En Túnez y Egipto muchas mujeres han denunciado lo que parece ser una «cultura de la violación», un flagelo que afecta a una gran cantidad de ellas en el mayor país del mundo árabe.

De acuerdo con un estudio de la ONU, el 99,3% de las egipcias afirmó en 2013 haber sufrido al menos una forma de acoso, y el 82,6% cree no estar segura en las calles.

En Francia, un llamamiento similar para denunciar el acoso sexual en el trabajo también se volvió viral en los últimos días en Twitter.

Bajo el hashtag #balancetonporc  –denuncia a tu cerdo–, la periodista Sandra Muller invitó a mencionar, dando el nombre y los detalles, a un acosador sexual que hayas conocido en tu trabajo.

 

 Campaña que se replica

La actriz y directora italiana Asia Argento, que acusó a Weinstein de violarla en 1997, retomó la etiqueta #balancetonporc, lanzando su versión inglesa: #denounceallpigs.

Lanzado por la periodista italiana Julia Blasi #quellavoltache dio lugar a una serie de historias cortas y largas, casi siempre con un nombre, denunciando palabras escalofriantes, gestos inapropiados, abusos y violaciones. Aquella vez que un hombre trató de arrastrarme al vestíbulo de un edificio. ‘Es tu culpa, eres muy linda’. Yo tenía 10 años, escribió Christiana Stradella.

En octubre de 2016 fue creada la etiqueta #NotOkay tras la difusión de un video de 2015 en el que Donald Trump, entonces candidato republicano a la Casa Blanca, fue grabado mientras se jactaba de manosear a mujeres y se refería a ellas en términos ofensivos.

Lo justificó diciendo que se trataba de comentarios de vestuario y denunció las acusaciones de acoso sexual como mentiras e historias inventadas.

Unas 40 actrices, incluidas las estrellas Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie y Mira Sorvino, han dicho que fueron acosadas sexualmente.

En el deporte

La excampeona olímpica estadounidense de gimnasia McKayla Maroney dio un paso al frente y reconoció haber sido víctima de abusos sexuales por parte de un médico de la selección, una revelación que se suma al escándalo que sacude su disciplina y que aviva el caso Weinstein.

Larry Nassar, médico del equipo femenino estadounidense de gimnasia y de la selección olímpica, abusó de mí, aseguró en sus redes sociales la ganadora de una medalla de oro y otra de plata en los Juegos de Londres-2012.

Su denuncia pública no abre la caja de Pandora, pero enardece la polémica entorno a Nassar, en prisión preventiva por abusos sexuales contra gimnastas durante 20 años.

La Federación estadounidense de Gimnasia aplaudió la valentía de la joven. La institución aseguró en un comunicado que refuerza y mejora las políticas y procedimientos sobre abusos sexuales para garantizar la seguridad de sus atletas.

Todo comenzó cuando tenía 13 años (…) y no acabó hasta que dejé el deporte, reveló Maroney.

 

En el mundo financiero

El fondo de inversión Fidelity, dirigido por una mujer y uno de los más poderosos del mundo, despidió a dos empleados tras acusaciones de acoso sexual.  Se trata de los dos primeros casos oficiales en el sector financiero estadounidense, un medio dominado por hombres.

Robert Chow y Gavin Baker, dos gerentes de clientes estrella del departamento de acciones de Fidelity Investments, tuvieron que abandonar la firma tras acusaciones de carácter sexual presentadas por asalariadas de la empresa.  Chow, de 56 años, 30 de los cuales los pasó trabajando para la compañía, fue acusado de hacer comentarios sexuales a colegas y despedido en octubre.

Baker, que se encargaba de una cartera de activos de 16.000 millones de dólares y habría acosado sexualmente a una joven empleada de 26 años, dejó la empresa en septiembr

Las políticas de Fidelity prohíben el acoso en cualquiera de sus formas. Cuando llegan a nuestros oídos alegaciones de ese tipo, las investigamos rápidamente y adoptamos enseguida las acciones adecuadas, declaró Vincent Loporchio, un portavoz.

Wall Street es frecuentemente criticado por la poca representación de mujeres y minorías en las empresas. Apenas el 2% de los puestos de alta dirección del sector financiero en Estados Unidos están ocupados por mujeres

 

Otros casos

Las muestras del efecto dominó continúan.   El renombrado chef John Besh, que se convirtió en el rostro de la cocina de Nueva Orleans, luego de atender a líderes mundiales y aparecer en la televisión estadounidense, se apartó de su compañía luego de que varias mujeres alegaran que el acoso sexual era moneda corriente en sus restaurantes.

Besh admitió una relación extra conyugal, pero negó la existencia de una cultura abusiva en su empresa de 1.200 empleados, donde mujeres denunciaron una extendida conducta de acoso por parte del personal masculino y escasas posibilidades de enfrentar y detener estos hechos.

Luego de cocinar para el exvicepresidente Joe Biden y la exprimera dama Michelle Obama, entre otras notorias figuras, la caída de Besh se precipitó por la publicación de una demoledora denuncia que lo llevó a apartarse de su compañía y a cancelar apariciones en programas de televisión.

El Times-Picayune reportó que 25 mujeres fueron víctima de acoso sexual por parte de empleados del Besh Restaurant Group, que opera 12 restaurantes.

Otro caso es el del fotógrafo de moda Terry Richardson, conocido por sus fotos provocadoras y acusado desde hace años de acosar sexualmente a sus modelos, ya no podrá trabajar para grandes revistas como Vogue o Vanity Fair,

El diario británico The Telegraph informó que el vicepresidente del grupo Condé Nast International, propietario de esas prestigiosas revistas de moda, había escrito a los presidentes del grupo en los países donde trabaja para solicitarles que ya no contraten a Richardson.

Toda sesión de fotos programada o terminada pero que no haya sido publicada deberá ser suprimida y remplazada con otros contenidos, escribió el vicepresidente James Woolhouse en un correo electrónico a todo el personal

Finalmente, nadie parece poder escapar de este tipo de denuncias en este tiempo.  El expresidente George Bush padre tuvo que emitir un comunicado para disculparse con una actriz que le acusó de manosearle en la presentación de una serie televisiva, según reportes de prensa. El presidente Bush nunca, bajo ninguna circunstancia, causaría intencionalmente a alguien angustia, y él se disculpa sinceramente si su intento de bromear ofendió a la señora Lind, dijo en el comunicado.

Heather Lind, de 34 años, dijo que el incidente ocurrió hace cuatro años en un evento para promover una serie de televisión en la que actuaba. Él no me dio la mano. Él me tocó atrás desde su silla de ruedas, con su esposa Barbara Bush a su lado. Me dijo un chiste picante, dijo la actriz.

Este no será el último señalamiento de acoso sexual contra poderosos hombres de distintos sectores, pero ahora, las mujeres están más dispuestas a denunciarlo