Tom Barrack, un exasesor del expresidente Donald Trump, ha sido imputado este martes por presionar en países extranjeros a favor de Emiratos Árabes Unidos (EAU), en un caso que fiscales federales han descrito como un intento para influir en las posiciones de política exterior tanto de la campaña presidencial del magnate en 2016 como de la administración posterior.
Barrack está acusado de siete cargos por actuar como agente de EAU entre abril de 2016 y abril de 2018. También está acusado de obstrucción a la justicia y de mentir a agentes federales, según ha recogido la cadena de televisión CNN.
En concreto, el exasesor de Trump y otros dos hombres —Matthew Grimes, de Aspen (Colorado) y Rashid al Malik Alshahi, ciudadano emiratí– capitalizaron el estatus de Barrack como asesor sénior durante la campaña del magnate para «promover los intereses de EAU y proporcionar Inteligencia a los mismos, mientras que no notificaron que sus acciones se llevaron a cabo bajo la dirección de altos funcionarios de EAU».
Barrack estuvo en contacto directa e indirectamente con un alto cargo emiratí, de acuerdo con los cargos, y se refería a Al Malik Alshahi como un «arma secreta» para promover su agenda de política exterior en Estados Unidos. Barrack era el presidente del comité de investidura de Trump, aunque los cargos por los que ha sido imputado parecen no estar relacionados con el evento.
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