Conversatorio con: Juan Carlos Eggenberger, director general de Fundabiem.
El presidente del comité organizador de Teletón señala que este año la actividad cumple tres décadas de llevarse a cabo en el país. Lejos de la meta económica que se trazan, lo más importante, según él, será lograr que sea una fiesta que una a todos los guatemaltecos.
Manolo García
mgarcia@cronica.com.gt
¿Qué expectativas tiene este año en relación con la Teletón?
Teletón 2016 debería ser una fiesta de unidad nacional. Viendo hacia atrás, que cumpla 30 años representa un trabajo arduo de toda una sociedad, que se ha comprometido con la rehabilitación y la mejora de la calidad de vida de los niños, jóvenes y adultos con discapacidad. Considero que debe ser una fiesta que nos una sin distinción de clase social, religión o ideología política. En este momento, en que estamos pasando por situaciones tan complejas, estas buenas noticias que nos podemos regalar no solo son buenas, sino además necesarias. Creo que esta es una Teletón muy dinámica, pero difícil. La situación social, política y económica del país no es la mejor, y esta actividad es el reflejo de la sociedad. Vemos la participación de tantísimas personas que representan a todos los sectores del país. La Teletón es la muestra viva de lo que somos. Seguramente será muy compleja, una meta que nos va a costar muchísimo, pero es una oportunidad para trabajar en favor de una meta común.
¿Si hay una meta, ese es un número, pero ¿cuál es el reto este año?
En realidad, la meta es consecuencia de algo que es mucho más importante. Creo que el reto es hacer que la gente confíe en el trabajo que estamos haciendo, que confíe en este proyecto, en una institución que le ha dado frutos visibles a este país. El gran reto es convocar a que la gente aporte. Cuando una persona dona Q5, no digamos Q10, Q15, Q20 o miles, lo que está entregando es algo más valioso, es un voto de confianza. Eso hay que cuidarlo y valorarlo mucho en estos dorados tiempos. El gran reto es fortalecer esa confianza de 29 años.
¿Cuántas personas están alrededor del proyecto?
Internamente somos más o menos diez personas las que nos encargamos de la organización, coordinación y desarrollo de toda la actividad. En donde tenemos una gran cantidad de apoyo es en la parte del voluntariado, que es uno de los más grandes de este país. Se trata de 250 comités de ayuda voluntaria en todo el país. Más de 4 mil jóvenes que participan en las actividades de recaudación y sensibilización social. Yo diría que somos unas 10 mil personas las que participamos de este proyecto de unidad.
¿Para qué fecha está programada?
Estamos listos para el 15 y 16 de julio.
La preparación de esta actividad no es de un mes, ¿cómo es la rutina de la organización de este proyecto?
Lo primero que hacemos es evaluar lo que hicimos el año anterior, la etapa más importante para ver cómo mejorar lo que viene. La segunda es la de planificación y establecimiento del mensaje. Todo el tema de la definición de la línea editorial del programa y los retos que se plantean es una etapa muy importante. La última es la ejecución. Es la más sencilla, pero la más laboriosa. Requiere mucho trabajo esfuerzo y disciplina.
¿A cuántos pacientes están atendiendo, en cuántos departamentos tienen presencia y a cuántas familias están beneficiando?
Estamos presentes en 18 departamentos. Nos hacen falta cuatro, pero las necesidades de estos se atienden en centros de rehabilitación que están cercanos. En Zacapa no tenemos clínicas, pero los pacientes son atendidos en Chiquimula. En Sacatepéquez tampoco hay, pero están las clínicas de Chimaltenango y la ciudad de Guatemala, por ejemplo. Tenemos presencia en todo el país. En departamentos tan lejanos como Petén, San Marcos o Huehuetenango. Fundabiem es una institución que comenzó hace 30 años con un presupuesto de Q975 y ahora es una institución que tiene infraestructura en casi todo el país. Tenemos equipo de última generación, cuartos de estimulación sensorial, el único equipo de rehabilitación virtual que hay en toda Centroamérica. Eso nos ha permitido que solo el año pasado fueran atendidas 13 mil familias. En los 30 años que tiene de vida, la institución ha atendido a cerca de 650 mil guatemaltecos en forma directa e indirecta, entre usuarios y familiares. Hay que recordar que hay muchos centros de rehabilitación con programas familiares que incluyen formación para los papás o terapia ocupacional, por ejemplo. Además, somos una institución que no hace excepción de nadie. Tenemos personas de muy escasos recursos, y se atiende a otros que a lo mejor tienen recursos, pero nos buscan para que los apoyemos en procesos de rehabilitación que no encuentran en otro lado.
¿Cuánto paga una familia por el proceso de rehabilitación de un paciente?
Nada. Lo que pedimos es una donación voluntaria. Fundabiem no cobra. La prestación del servicio no se condiciona a que la persona dé, o no, una donación. Desde el primer año la fundación solicitaba una donación de Q0.25, luego creció a Q5, luego a Q10, y ahora está a Q20 por cada día de servicio. Una persona puede donar de Q5 a Q10 por terapia, cuando en un centro privado le costaría Q150. Ese es el subsidio que dan quienes donan en esta actividad. Cuando una persona no tiene para aportar, se le exime. ¿Por qué se solicita esa pequeña donación? Porque cuando a una persona se le da todo de gratis, no lo valora. Entonces, aunque sea Q1, Q2, Q5 o Q10, cuando una persona invierte, valora lo que está recibiendo. En el país, la rehabilitación de personas con discapacidad neuro-músculo-esquelética, prácticamente la está sosteniendo Fundabiem, en lo público y lo privado. Es más, los hospitales nacionales, incluyendo el Seguro Social, nos remiten a sus pacientes para que les demos rehabilitación. Estamos hablando de casi un millón y medio de personas.
¿Hay condiciones para que una persona sea atendida?
El 70 por ciento de la población que se atiende está eximida de cualquier aporte. La prestación del servicio no se condiciona. Es cierto, hay una lista de espera. Estamos funcionando al ciento por ciento, pero este también es un mensaje para las familias que ya están desde hace 5 o 10 años, y ya alcanzaron su rehabilitación, comiencen a dejar espacios para otros niños.
¿Qué actividades tienen previo para el 15 y el 16 de julio?
La más importante es el gran evento y las mini-teletones que se montan ese día en todas las cabeceras departamentales y muchos municipios del país. Es una especie de cadena, porque los municipios reciben aportes que llevan a las cabeceras, las cuales también aportan. Todo esto se suma con lo de la capital. La segunda. Para el 23 de junio tenemos programada una actividad de rendición de cuentas a nivel nacional. Es la tercera vez que lo hacemos. Saldremos a la calle con voluntarios, con artistas, presentadores y medios de comunicación, para dar cuentas de lo que recaudamos el año anterior. Entregaremos un documento con el detalle de los gastos. Además habrá una página (www.laverdadsobreteletón.com) en donde estarán todos los documentos que respaldan esos gastos. La tercera actividad importante, que en realidad son varias, está relacionada con las carreras, que son eventos de recaudo a través de kermeses y venta de comida, que fortalecen a la institución, porque son una fuente de ingresos y generan un ambiente a la causa.
¿Qué personajes participarán este año?
Contaremos con la presencia de Héctor Sandarti, que liderará la conducción, y con él, Mónica Noguera y Azucena Cierco, de Telemundo. En la artística habrá varias sorpresas. Lo que queremos es que el programa tenga un sabor de lo que pasó en los últimos 30 años. Un programa emotivo, simbólico. Estarán presentes niños símbolos, será como un viaje en el tiempo.
¿Y Don Francisco estará presente?
Estamos haciendo lo posible para que nos acompañe, pero entendemos que tiene una agenda muy compleja. Lo seguro es que tendremos un mensaje grabado.