Crónica de Actualidad
Niños estudiando en el suelo. Directores de establecimientos públicos, que para compensar la limitación de docentes —que a veces cubren dos grados a la vez—, dividen su tiempo entre sus responsabilidades administrativas y la cátedra. Cobros ilegales por inscripción y mala calidad educativa. Ese es el perfil del sistema educativo público actual.
Álvaro Alay
Infraestructura dañada, mobiliario en mal estado, mala calidad educativa, cobros ilegales a los padres de familia. En esas condiciones se lleva a cabo el ciclo escolar del año en curso en los establecimientos públicos.
Así lo documentó la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) durante una supervisión realizada en 113 municipios de 21 departamentos del país, la cual se desarrolló del 12 de enero al 26 de febrero del presente año. En ese lapso se inspeccionó 415 establecimientos de los niveles de preprimaria, primaria, básicos y diversificado de diferentes jornadas.
El problema no es nuevo, pero al no resolverse sigue afectando el aprendizaje de los alumnos y con ello también el progreso de la nación. El desarrollo humano está ligado a la educación, la cual, además de contribuir a reducir la pobreza, también contribuye a fortalecer las instituciones de la sociedad civil, la capacidad de los países para progresar y la gobernabilidad de los mismos, afirma el Consejo Nacional de Educación, en el documento Políticas Educativas, elaborado en 2010.
El problema de fondo de las carencias que enfrenta el sistema educativo actual, sin embargo, es la insuficiente inversión en educación que hace el Estado y que nos pone en el sótano en comparación con el resto de las naciones del istmo.
Guatemala invierte en esta materia el 2.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que El Salvador 3.6; Panamá, 4.0; Nicaragua, 5.9, y Costa Rica y Belice, 6.8, según el último informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible, elaborado en Costa Rica, en 2011.
Hay suficientes razones para pensar que el panorama ha cambiado poco. Al comparar la evolución de la desigualdad, en los años de educación para la población de 21 a 30 años, con los países latinoamericanos, se evidencia que Guatemala se mantiene como el país más desigual, pese a nuestros avances significativos en esta materia, se indica en el Quinto Informe Estado de la Educación, dado a conocer en el 2015, en Costa Rica.
Cobros ilegales
La supervisión de la PDH, a los centros educativos públicos, constató que en 62 de ellos se llevó a cabo un cobró por concepto de inscripción, y los 353 establecimientos restantes indicaron que no tienen cobros por no contar con la autorización; sin embargo, resaltaron que los padres de familia se organizan para colaborar económicamente y cubrir las necesidades en los centros de estudio.
Se evidenció, además, que en 2015, en el ámbito nacional, los centros educativos no recibieron el 50 por ciento del Fondo de Gratuidad, sin que hasta la fecha se conozcan las medidas que tomará el Ministerio de Educación, para solventar lo adeudado.
En relación con el primer desembolso correspondiente al 2016, las direcciones departamentales de educación ya han realizado los trámites respectivos para hacerlo efectivo, estimando que la trasferencia sería realizada en la primera semana del mes de marzo.
Infraestructura y maestros
La infraestructura de los centros educativos de todos los niveles, según la verificación de la PDH, está dañada en la mayoría de los casos, necesita reparaciones mayores, principalmente en techos, ventanas, puertas, sistema eléctrico, tubería para agua potable, pisos y sanitarios.
En lo que respecta al mobiliario, en la mayoría de los centros educativos, el 70 por ciento de los escritorios están en regular o mal estado.
Por eso se recurre a reparar algunos con las piezas de los que están inservibles. En casos extremos el alumnado recibe clases en el suelo.
A la contratación de docentes bilingües, como se evidenció, no le han dado prioridad las autoridades educativas, y tampoco se ha priorizado la contratación de maestros de educación física; en la mayoría de departamentos el déficit es alto, llegando hasta el 90 por ciento como en Alta Verapaz y 75 por ciento en Retalhuleu; todos los ciclos se ven afectados. En educación musical, computación e inglés, la falta de cobertura es más alta sin que las y los directores departamentales tengan la información actualizada del porcentaje exacto, señala el informe de la PDH.
En este sentido, las clases son cubiertas por los docentes disponibles en los establecimientos, lo que implica que se descuide la calidad educativa, y para el caso de preprimaria y primaria se identificó que, incluso, hay docentes que cubren dos grados o, en su defecto, el director o directora tienen asignados grados adicionalmente a sus funciones administrativas.
Entre alarma e incapacidad
Mario Rodríguez, analista en temas educativos del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, califica de alarmante el informe, debido a que solo se tomó una muestra de un número determinado de escuelas.
Hablamos de que el 70 por ciento de escuelas no tienen mobiliario o está deteriorado, y muchos reciben clases en el suelo. Eso es una muestra de la situación en la que se encuentra el sistema educativo del país. Está en una situación de abandono por parte del Estado, indica Rodríguez.
Pese a estos hallazgos, que son sumamente alarmantes, dicen los expertos que es poco lo que puede hacer la cartera de Educación si se tiene en consideración que su presupuesto es escaso para todo el trabajo, tomando en cuenta que el 80 por ciento de sus recursos se invierten en pagar salarios, lo que no permite, por ejemplo, mayores inversiones en infraestructura o la creación de nuevos programas educativos.
Si no se incrementa el presupuesto, las condiciones seguirán siendo las mismas, y cada día empeorara, porque la población va creciendo, expone Rodríguez.
Lo anterior es compartido por María Ester Ortega, analista independiente en temas educativos, al señalar que con las actuales situaciones del presupuesto apenas pueden pagar los salarios que aumentan anualmente, por lo que resulta difícil hacer inversión, e indica que lo único que hace esa cartera es sugerir que los padres se coordinen con organizaciones y municipalidades para mejorar los establecimientos.