Tras cuatro días de anunciar su proyecto de reforma fiscal, el presidente Jimmy Morales encuentra una creciente oposición a la iniciativa de aumento a los impuestos de la gasolina, el cemento, ISR y las regalías de la minería, básicamente por no ser reforma integral y por la falta de transparencia que la población percibe en las instituciones del Estado.
Según ha trascendido en fuentes del Congreso de la República, el mandatario cuenta con el respaldo de su bancada y del grupo de la UNE encabezado por el presidente Mario Taracena, pero no hay consensos con otras bancadas, lo que anticipa que no será una aprobación fácil, al menos no de forma inmediata.
Si bien hay varias instituciones y ONG que ven con buenos ojos que el Gobierno aumenté las tasas impositivas, también señalan que el proyecto carece de integralidad, y otros sectores, entre ellos el empresarial, lamentan que no se haya sometido primero a una discusión.
El viernes, el presidente de la Cámara de Comercio, Jorge Briz, se pronunció en contra de los nuevos impuestos, principalmente porque consideró que provocarán una escalada en los precios de productos y servicios. Johnatan Menkos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), considera que es inevitable que las empresas no trasladen el incremento a los consumidores.
El ICEFI que favorece el incremento tributario, pero de una forma integral, advirtió un día antes de que se destapara el paquete de impuestos oficialmente, que se debía realizar previamente un diálogo democrático y constructivo. El llamado al diálogo nunca llegó y la iniciativa del ministerio de Finanzas llegó al Congreso sin discusión con sectores.
En las redes sociales la noticia ha provocado fuerte rechazo y se refleja un malestar por pretender subir los impuestos sin que se haya visto un cambio a transparencia en el Gobierno y otras instituciones del Estado. La credibilidad del presidente Morales, quien en campaña dijo que antes de pensar en subir los impuestos haría eficiente y transparente el gasto público, se ha visto ya golpeada.
El gobierno pretende incrementar la recaudación en Q5.800 millones para el año próximo con esta reforma. Muchos de sus críticos y detractores del proyecto, señalan que lo que se pierde en corrupción es una cifra muy superior a eso, porque lo que se podría cerrar la brecha fiscal, haciendo una gestión administrativa transparente.
Los expertos en temas fiscales reconocen que el país debe caminar hacia una mayor recaudación tributaria, paro también indican que debe ser dentro de un programa fiscal integral de mediano y largo plazo.
La reforma del gobierno, que llama oficialmente Iniciativa de Ley de recuperación de la capacidad fiscal del Estado, incrementa de el impuesto a la gasolina de Q4.70 actual a Q7.70 (súper), Q4.60 a 7.60 (regular) y de Q1.30 a Q4.30 (diesel). El presidente Morales dijo que con este dinero se podrá mantener el buen estado de las carreteras. Las criticas indican que dentro de lo que ya se paga de impuesto a los combustibles hay una parte para mantenimiento de carreteras y estas no tienen la debida atención.
El Congreso de la República tendrá en los próximos meses cuatro brazas candentes:
1.- La reforma fiscal
2.- La reforma constitucional al sector justicia.
3.- Las reformas de segunda generación a la Ley Electoral y de Partidos Políticos y;
4.- La aprobación del Presupuesto de Gastos de la Nación, que debe hacerse antes de que termine noviembre.