Sergio Ramírez: «El daño más grande que se le puede hacer a un escritor es prohibir ser leído en su propio país»

El escritor, exvicepresidente nicaragüense y Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez, presentó este martes su nueva novela ‘Tongolele no sabía bailar‘ (Alfaguara), días después de que la Fiscalía de Nicaragua emitiera contra él una orden de detención por «conspirar» e «incitar al odio».

«El daño más grande que se le puede hacer a un escritor es prohibir ser leído en su propio país, muchos han tenido que salir forzadamente de su país, huyendo de regimenes represivos», señaló en una entrevista a Europa Press el escritor, destacando que las tiranías buscan «prohibir los libros».

Tras verse obligado a permanecer en el exilio para evitar la cárcel en Nicaragua, Ramírez explicó que está buscando cómo adaptarse a una nueva situación que significa la «imposibilidad de poder regresar» a su propio país, algo que considera «siempre muy duro».

«Creo que el exilio es un hecho muy doloroso para el que lo sufre, pero bueno, la única manera de romper con el exilio sería regresar y exponerme a ir a la prisión con seguridad», afirmó.

Lesther Alemán

Para el escritor, los prisioneros, como el líder estudiantil recientemente detenido Lesther Alemán, están en la cárcel de Nicaragua «en las peores condiciones, sometidos a torturas psicológicas». En concreto, ha asegurado que «a muchos de ellos no les apagan la luz eléctrica en ningún momento, están mal alimentados, sin medicamentos», por lo que «algunos están sufriendo mucho esta tortura».

Ramírez, que ha reconocido que «por supuesto» que teme por su vida, aún no ha decido dónde establecerá su nuevo lugar de residencia: «Por el momento estoy en Costa Rica, pero mis opciones siguen abiertas, España, soy ciudadano de este país; México, Estados Unidos, aún no lo sé, no me he puesto a pensar en eso».

«Más que un perseguido político me siento un condenado»

«Esta situación resulta un descalabro en la vida de uno. Uno extraña su casa, sus libros, la costumbre de vivir en un lugar en el que has estado a lo largo de los años», señaló el autor, quien, más que un «perseguido político», se siente un «condenado político» porque lo han acusado de «muchísimos delitos» algo que, en sus palabras, «trae consigo la persecución, el exilio».

Sobre las posibilidades de regresar a Nicaragua, Ramírez cree que para ello debería «haber un cambio profundo, un cambio verdadero, vivir en un país libre, un país democrático». «Hay 40,000 exiliados que han salido desde el mes de mayo que tienen que buscar oportunidades de sobrevivir en otras partes», lamentó.

El escritor agradeció «muchísimo» el respaldo del Gobierno de España, después de que le ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, haya rechazado las «acusaciones infundadas» de las que es objeto en Nicaragua Ramírez, a quien ha ofrecido el apoyo del Ejecutivo y le ha dejado claro que España «es su casa».

«Estoy muy agradecido con el pronunciamiento oficial del Gobierno de España y el respaldo que he recibido de más de 400 escritores. Me siento muy arropado con la solidaridad y esto, dentro de la situación trágica a la que estoy sometido, es un gran bálsamo», subrayó.

A pesar de la situación en la que se encuentra, el autor ha apostillado que no se ha «arrepentido» de nada de lo que ha escrito. Así, indicó que si uno escribe autocensurándose «acaba por enfrentarse a quienes reprimen la escritura».

En este sentido, Ramírez ha explicado que para escribir uno tiene que «suponer que ese libro nunca va a ser leído». «Parece que esa es la forma de escribir sin ponerle encima la losa autodestructiva de la autocensura».