Seamos legales

Pedro CruzIng. Pedro Cruz


El asombro y la esperanza se apoderaron simultáneamente de todos los guatemaltecos el pasado 2 de junio. La CICIG y el MP volvieron a revelar un caso de alto impacto. Este produjo asombro porque quizá nunca dimensionamos el costo de la corrupción y cuánto nos han robado. Y, aunque suene contradictorio, también generó esperanza, porque a pesar del desánimo inicial ante la cooptación del Estado, estoy seguro de que todos los guatemaltecos nos dimos cuenta de que el recorrido que iniciamos en abril del año pasado continúa con paso firme. Quizá nos gustaría que la transformación fuese más rápida, pero es indiscutible que Guatemala no es la misma de un año para acá, es decir, sí que ha habido evolución.

Yo pienso que es en esta realidad en la que se basó el comisionado Iván Velásquez para apelar a que todos los guatemaltecos impulsemos la legalidad por medios virtuales, pero también con nuestras acciones. Y es que podríamos decir que la lucha contra la corrupción a nivel macro corresponde a las instituciones guatemaltecas del sector justicia. Pero la lucha contra la corrupción en pequeños sectores es tarea de cada uno de los guatemaltecos que queremos sacar el país adelante.

Además, vale la pena que esa legalidad se plantee también desde un punto de vista positivo. ¿Cómo? Una sugerencia es reconocer cuando alguien hace algo positivo por la sociedad o cumple con su deber de servir. Un ejemplo claro y muy actual lo conforman los buenos policías. Aquellos que se juegan la vida para resguardar a los guatemaltecos. ¿Cuántas veces agradecemos? Creo que es más común el que generalicemos y pensemos que todos los policías son así o asá, olvidándonos de todos los excelentes elementos que no ponen límite a su trabajo, con el objetivo de cumplir su compromiso con la sociedad.

Con un salario de Q2,354 más bonos que llegan a un total aproximado de Q3,919.44: ¿En qué condiciones puede vivir un policía? Los principales obstáculos que enfrenta la PNC para cumplir con su labor, han sido recogidos en diversos estudios. Uno de ellos es el Diagnóstico de la Policía Nacional Civil y las empresas de seguridad privada de Guatemala, preparado por el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN). En este se reflejan carencias no solo operacionales, sino también académicas y administrativas.

A pesar de todas estas dificultades y la escasez de insumos para cumplir con su labor, hay muchos policías ejemplares que siguen adelante. Sin ir más lejos y para retomar el tema con el que inicié esta columna, hay que subrayar el papel esencial que han jugado los miembros de la PNC en las múltiples capturas del jueves de CICIG del pasado 2 de junio. Es importante que reconozcamos que el policía juega un rol clave en cualquier operativo que se realice. ¡Y es que se juegan la vida sin saber a lo que se van a enfrentar!

Las dos acciones que propongo para que cada ciudadano se apropie de ellas y las realice, tendrán seguramente una gran repercusión: que interioricemos ese sentido de legalidad en cada una de nuestras acciones y que reconozcamos cuando alguien no solo cumple con su deber, sino que lo hace con una mística que muchas veces raya en el heroísmo, si tomamos en cuenta las condiciones en las que trabajan la mayoría de funcionarios.

En este punto, creo que agregaría una tercera acción: comprometernos cada uno con Guatemala. Ya el año pasado lo hicimos de una forma que dio la vuelta al mundo. Y de unos meses para acá, nos corresponde olvidarnos de nuestros intereses individuales y articular esfuerzos para construir un país de y para todos. Esto también es ser legales.

El asombro y la esperanza se apoderaron simultáneamente de todos los guatemaltecos el pasado 2 de junio.