¿Se debilita la «alianza oficialista»?; mientras, Arévalo sigue sumando apoyo internacional

  • A menos de un mes, la comunidad internacional se convierte en el contrapeso más importante para impedir el «golpe de estado en cámara lenta» que impulsa el MP

(Análisis)

El presidente electo Bernardo Arévalo ha realizado una gira por República Dominicana y Panamá y sigue ganando apoyo internacional, mientras sucede lo contrario con el gobierno del presidente Alejandro Giammattei, que termina su período empañado por la corrupción y las acciones antidemocráticas llevadas a cabo durante el último semestre, las cuales le han llevado a un aislamiento diplomático pocas veces visto.

Mientras la «alianza oficialista» muestra los primeros indicios de un debilitamiento que alcanza ya diferentes sectores, sobre todo, después de la arremetida internacional para detener el «ataque a la democracia» y, en particular, las sanciones contra 300 guatemaltecos a los que estados Unidos retiró la visa, luego de una sanción más fuerte impuesta a Miguel Martínez, pareja del presidente Giammattei y considerado uno de los personajes más influyentes de su administración.

La «alianza oficialista», que ha concentrado el poder durante los últimos cuatro años, está integrada por funcionarios, partidos políticos, mafias, militares, empresarios, magistrados de cortes, jueces y fiscales, con amplio control sobre las cortes, el Ministerio Público, y todas las instituciones del Estado. Desde hace mucho tiempo se perdió la independencia entre los poderes del Estado.

Como contrapeso a la poderosa alianza, catalogada como «antidemocrática», se dio el Paro Nacional y luego una fuerte reacción de la comunidad internacional. A las sanciones de EEUU siguió la advertencia de la Unión Europea de que tomará el mismo camino que los estadounidenses si se persiste en llevar a cabo lo que ha dado en llamarse «un golpe de estado en cámara lenta».

La Organización de Estados Americanos (OEA), activó la Carta Democrática Interamericana para defender el resultado de las elecciones en Guatemala y envió una delegación, que llegó acompañada del secretario general, Luis Almagro, quien ha reiterado a Arévalo que el esfuerzo que realiza la organización es para que él pueda asumir, tal como lo establece la Constitución de la República.

Arévalo ha visitado desde que resultó electo varios países, entre ellos, Estados Unidos, México, Costa Rica y ahora República Dominicana. En todos ha sido recibido como el futuro gobernante de Guatemala y las reacciones se han producido de inmediato a su favor.

A menos de un mes del cambio de gobierno, previsto para el 14 de enero de 2024, parece que la «alianza oficialista» principia a debilitarse y las estrategias para montar una fachada «legal» para declarar fraudulentas las elecciones lucen agotadas, en parte por las acciones fallidas o mal ejecutadas por parte de Rafael Curruchiche (Feci), bajo las órdenes de Consuelo Porras (MP).

Los indicios se pueden ver en la actitud de ciertos grupos o instituciones que antes apoyaron todas las iniciativas o gestiones de Giammattei y su equipo. En la CC se han dado resoluciones con bastante corte independiente, los jueces principian a reclamar la propia y resuelven conforme a derecho, sin atender el interés oficialista, y muchos empresarios han principiado a tomar distancia de los esfuerzos del oficialismo para impedir la llegada al poder de Arévalo.

Los empresarios temen que de las sanciones como eliminar visas, EEUU y la UE pase a incluir sanciones comerciales, lo que podría afectar sus intereses. Uno de esos grupos, el sector azucarero, teme que se pueda eliminar la cuota preferencial que se mantiene para ciertos países de la región, entre ellos Guatemala. Ante esa perspectiva, han considerado apartarse de la «alianza oficialista», que sin embargo, sigue presionando para que eso no suceda.

Un juez en el exilio, explica a Crónica que muchos de sus colegas en el Organismo Judicial «son buenos jueces, pero se veían sometidos a mucha presión», pero ahora sienten cambio de aires y están dispuestos a enfrentar la arremetida del MP y el oficialismo.

La nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ) elegida por el oficialismo y sus aliados en el Congreso, sabe también que el cambio en el Ejecutivo parece irreversible, y no se muestran tan dispuestos a resolver sin apego al respeto a la Constitución, aunque hay cabildeos fuertes en este momento, según ha trascendido.

«Seguramente ahora temen perder sus visas y ser incluidos en listas que les afecten en su carrera profesional», dice nuestra fuente.

Aunque es difícil anticipar lo que el MP puede intentar, parece ser que la vía judicial empieza a cerrar todos sus caminos al intento golpista. Consuelo Porras y el fiscal Curruchiche enfilan hacia un callejón sin salida, lo que explicaría las intensas reuniones y contactos que a diario realiza la fiscal general, convertida en blanco de la sociedad guatemalteca, quien estaría buscando una salida al entramado que el propio MP ha creado.