Se asilan en México cuatro diputados opositores de Ecuador

Cuatro diputados y dos funcionarios de Ecuador afines al expresidente opositor Rafael Correa llegaron este jueves a México, luego de que el gobierno les concedió asilo y tras estar desde octubre, cuando estallaron protestas sociales, refugiados en la embajada mexicana en Quito.

Los opositores «tomaron un vuelo comercial hacia la ciudad de México» esta mañana, informó la cancillería ecuatoriana.

Soledad Buendía y Carlos Viteri

En el grupo figuran los asambleístas Soledad Buendía (acompañada de su esposo, Luis Flores); Carlos Viteri; Gabriela Rivadeneira (expresidenta del Congreso) y el alterno Luis Molina; la exviceministra Tania Pauker, esposa de Viteri; y Edwin Jarrín, quien fue secretario privado de Correa (2007-2017).

Revolución Ciudadana, afín a Correa, expresó en un comunicado su «profundo agradecimiento» al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador por la «protección internacional brindada» a estos seis políticos opositores.

El exmandatario ha sido llamado en Ecuador a dos juicios, por el secuestro de un opositor y por cohecho. Este último delito es imprescriptible y podrá ser juzgado en ausencia.

México también otorgó asilo a cinco personas, entre ellas parejas de asambleístas e hijos, según fuentes diplomáticas consultadas por la AFP en Quito.

«Luego de las violentas jornadas de octubre un grupo de militantes vinculados al movimiento RC (Revolución Ciudadana), ingresó a la Embajada de México en Quito y solicitó asilo diplomático a ese país», agregó el ministerio en la nota oficial, que además fue leída por el canciller ecuatoriano José Valencia.

Señaló que México informó que concedía el asilo y que el gobierno ecuatoriano revisó «dicha concesión» antes de ofrecer «facilidades» para que los correístas salieran del país.

Quito «está seguro de que la conspiración para atentar contra la democracia y los hechos violentos de octubre serán esclarecidos por la justicia y sus responsables serán sancionados siguiendo el debido proceso», puntualizó la cartera.

Protestas lideradas por indígenas contra el gobierno de Lenín Moreno por políticas económicas pactadas con el FMI generaron una crisis social en octubre en Ecuador, que dejó una decena de muertos, 1,340 heridos y 1.192 detenidos, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.

Entonces, Moreno acusó a su exaliado Correa, quien vive en Bélgica desde 2017, y al mandatario venezolano Nicolás Maduro de promover un plan de desestabilización contra su gobierno. Ambos líderes de izquierda niegan esos señalamientos.

Persecución

«Toda la dirigencia de la Revolución Ciudadana, perseguida por este Gobierno. ¡JAMÁS se ha visto algo así, ni en la dictadura militar! La mejor respuesta: tu voto. ¡Recuperaremos el futuro!», expresó a través de su cuenta en Twitter Correa, que afronta orden de prisión y de ser condenado por cohecho perderá toda posibilidad de ser candidato a cualquier cargo de elección popular.

Los opositores, que se refugiaron en octubre en la legación mexicana en Quito para recibir «protección y resguardo», temían ser arrestados a pretexto de impulsar las protestas sociales como sucedió con otros tres correístas, entre ellos una prefecta (gobernadora) y un exasambleísta, que en diciembre fueron liberados pero aún deben encarar un juicio por rebelión.

Una fuente de la Fiscalía señaló que «no se ha pedido ningún tipo de medida cautelar» en contra de los asilados en México.

Ante el caso, el ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores anotó que «detrás del discurso de persecución política está el interés político de un sector que busca la impunidad ante los delitos por los que muchos son ahora procesados en órganos judiciales independientes».

México también ofrece refugio a otros correístas como al excanciller Ricardo Patiño, contra quien la justicia ecuatoriana dictó en abril orden de prisión en medio de una indagación por presunta instigación contra el gobierno de Moreno al llamar en público a tomar instituciones públicas y a cerrar vías antes del estallido social de octubre

Correa es el principal opositor de su sucesor y exaliado Moreno, con quien mantiene una pugna que llevó a la crisis al oficialismo, en el poder desde 2007.