Joaquín Sabina está ingresado en observación en la Clínica Ruber después de que fuera intervenido de urgencia por un «pequeño derrame», tras precipitarse del escenario del WiZink Center de Madrid desde una altura de casi dos metros en el concierto que celebraba en la noche de este miércoles con Joan Manuel Serrat.
Los agentes del cantautor habían anunciado en la cuenta oficial de Sabina que solo había sufrió «pequeñas fracturas» en un hombro. Pero según la publicación del diario El País, se observó un pequeño golpe en la cabeza por el que fue intervenido.
El recuento de los daños
A poco más de media hora de iniciarse el concierto en el WiZink Center de Madrid, el autor de «Quién me ha robado el mes de abril» y «Calle melancolía» cayó desde el escenario unos dos metros hasta el foso que separa la tarima del público, según mostraron videos subidos a redes sociales.
El cantante tuvo que ser retirado en una camilla, mientras el público aplaudía. Varios minutos después, salió al escenario en una silla de ruedas junto a Serrat para anunciar que se cancelaba el recital porque «con todo el dolor de mi corazón nos vamos al hospital».
«Estas cosas solo me pasan en Madrid», bromeó Sabina, quien en el pasado sufrió otros percances durante conciertos en la capital española: en 2014 acortó un show al sentirse indispuesto y en 2018 se quedó sin voz en pleno recital.
El del miércoles era el último concierto de la gira «No hay dos sin tres» de Serrat y Sabina. El show fue aplazado al 22 de mayo, anunció en un comunicado Riff Producciones, uno de los organizadores.
Sabina ha sufrido en los últimos tiempos problemas de salud que lo llevaron a cancelar conciertos.
Durante la pasada gira por América Latina y Europa para promocionar su decimoséptimo álbum de estudio, «Lo niego todo», debió reprogramar varias fechas por una operación por una hernia ventral y una inflamación de una vena por un coágulo en la pierna izquierda.