- Organizaciones de mujeres piden que se sancione esta actitud de los grupos de «autodefensa»
Grupos campesinos de autodefensa del departamento peruano de La Libertad, al norte de Lima, han capturado a ocho mujeres acusadas de brujería y las han torturado y posteriormente liberado con la condición de que abandonen su comunidad. Las autoridades investigan ya lo ocurrido.
El presidente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas de La Libertad, Pablo Haro, ha explicado en declaraciones a la emisora RPP que las mujeres reconocieron haber practicado brujería contra personas de Carhuacocha, en el pueblo de Chillia, provincia de Pataz, y prometieron abandonar el distrito.
«Son ocho. Ya he hablado con el presidente distrital. A dos ya las han liberado. Ellas han hecho compromiso: que se van a retirar también del pueblo. Ellas mismas han hecho su declaración, han sido intervenidas ahí por unas prácticas de brujería», ha relatado.
Irene de la Cruz Castillo, una de las detenidas, habría sido castigada sin encontrarse pruebas de su participación en el hecho, según ha denunciado su sobrino, Iván Pinedo Escudero. «Supuestamente agarraron a una señora haciendo el acto de hechicería. Sin embargo, esa señora implica a mi tía y la ronda la retuvo sin tener ninguna prueba. Se han reunido y han decidido tener 20 días más en cadena ronderil, donde mi familiar está siendo muy golpeada», ha denunciado.
El presidente de las rondas campesinas del distrito de Chillia, Manuel Quijano, ha mantenido una reunión con la Policía para verificar los espacios de las bases comunales donde habrían sido torturadas estas mujeres.
Sobre las acusaciones de hechicería, Quijano ha alegado que se trata de una decisión comunal en asamblea tomada después de que varias familias denunciaran ser víctimas de prácticas de hechicería.
Mientras, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ha anunciado una investigación de lo ocurrido en coordinación con el Ministerio del Interior y la Defensoría del Pueblo «para que estos hechos se esclarezcan y se sancione a los responsables».
«Los servicios del MIMP recibirán y continuarán brindando el apoyo a las mujeres violentadas, garantizando su integridad física y sus derechos. Los Centros de Emergencia Mujer (CEM) en Pataz y en Trujillo se encuentran en alerta y en coordinación estrecha con las autoridades de la región para acoger y acompañar a las víctimas», ha indicado. «Esperamos una investigación exhaustiva y célere», ha planteado la ministra Diana Miloslavich.