- La cantidad es muy superior a la que se alcanza con todas las exportaciones del país en un año.
Guatemala termina por primera vez en su historia con un ingreso de remesas familiares de US$ 19 mil 804 millones, una cantidad que apuntala a la economía nacional con cerca del 20% del Producto Interno Bruto (PIB), además de ser un monto superior al de todas las exportaciones juntas realizadas en el mismo período, lo que explica su importancia para la estabilidad macroeconómica.
Los datos oficiales del Banco de Guatemala (Banguat) muestran que el año 2022 se tuvo un ingreso de US$18 mil 39 millones, lo que significa que el monto alcanzado en 2023 es el más alto que se ha alcanzado en todo el historial de estadísticias de estas divisas.
Las remesas contribuyen con la cobertura de las necesidades básicas como la alimentación, el abrigo, transporte, comunicación y vivienda, incluso en muchas ocasiones son esenciales para adquirir la canasta básica vital. Los envíos de remesas también son utilizados en aspectos como el pago de colegiaturas y la educación de niños, niñas y adolescentes, inyectan capital a nuevos emprendimientos, ayudan a salvar las cosechas y son invertidas en la recuperación luego de alguna crisis medioambiental o catástrofe, tal y como ocurrió con la erupción del volcán de Fuego, en junio de 2018.
De esa cuenta, las personas migrantes, que en el caso de Guatemala se estiman en alrededor de 3 millones de guatemaltecos en Estados Unidos, desempeñan un rol fundamental para impedir que aumenten los niveles de pobreza y pobreza extrema, precisamente por el impacto significativo en las comunidades de origen de los migrantes. Son las personas migrantes quienes envían remesas para reparar las escuelas y viviendas, construir puentes, tecnificar los hogares, mantener el acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación, hacer donaciones para alcanzar la organización comunitaria y velar porque sus familias tengan acceso a lo esencial.
También se ha tenido registro de donaciones de equipo de cómputo para las escuelas, láminas y útiles escolares. En el tema de la seguridad alimentaria, aportan para la compra de semillas, nutrientes y adquisición de agua. Las familias receptoras de las remesas comparten esos envíos a través de alimentos para compartir con familias vecinas.
Hay un aspecto poco estudiado y es la utilización de la remesa en la organización social y comunitaria. Muchas personas migrantes han invertido en cooperativas o asociaciones benéficas que atienden las principales necesidades de los pueblos e invierten en emprendimientos y negocios de pequeños capitales.
Sin duda las remesas familiares enviadas desde el extranjero están ayudando en aspectos económicos como la erradicación de la pobreza y pobreza extrema, el hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, agua y saneamiento, la reducción de las desigualdad, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables, vida y ecosistemas terrestres, y alianzas para lograr los objetivos.
Las remesas familiares son gran soporte para las familias, especialmente para las jefas únicas de hogar que son beneficiadas con recursos enviados desde el extranjero por sus parejas o sus hijos mayores.
Las remesas representan para Guatemala una fuente estable de recursos para el desarrollo. Sin embargo, existen pocas políticas de Estado para lograr que dichas remesas tengan un mejor y más importante impacto socioeconómico.
El costo de enviar remesas al país tiene un costo financiero para los migrantes de entre un 12% y 15%, un porcentaje que reduce el importante impacto en el mundo socioeconómico.