Reino Unido firma con Japón su primer acuerdo comercial de la era posbrexit

El Reino Unido anunció el viernes que había logrado un acuerdo de libre comercio con Japón, su primer gran tratado comercial posbrexit, al término de una semana de fuertes tensiones con la Unión Europea que hacen temer un fracaso en esa decisiva negociación. 

El llamado Acuerdo de Asociación Económica Global entre el Reino Unido y Japón fue objeto de un acuerdo de principio entre la secretaria británica de Comercio Internacional, Liz Truss, y el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Motegi Toshimitsu, durante una videoconferencia el viernes.

Se basa en el acuerdo entre la UE y Japón que entró en vigor el año pasado, pero que dejará de aplicarse al Reino Unido a partir del 31 de diciembre, cuando termina el periodo de transición posbrexit. 

Sin embargo, según Truss, «va mucho más allá» porque «asegura nuevas victorias para las empresas británicas en nuestras grandes industrias manufactureras, de alimentos y bebidas, y de tecnología«.

«Hemos retomado el control de nuestra política comercial y continuaremos prosperando como una nación comercial fuera de la UE«, se congratuló el primer ministro Boris Johnson en Twitter.

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Este acuerdo aumentará el comercio británico con Japón en unos 15,200 millones de libras, 19,500 millones de dólares, precisó el gobierno de Johnson en un comunicado. Pero opositores y analistas destacaron que es una parte ínfima de lo que perdería el país si no alcanza un acuerdo de libre comercio con la UE antes final de año.

El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero pero acordó una transición hasta diciembre y ahora está intentando lograr acuerdos con terceros antes de esa fecha.

Londres tiene sus esperanzas puestas sobre todo en un gran acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que parece sin embargo cada vez menos probable este año debido a la cercanía de las elecciones presidenciales en ese país.

También ha visto esta semana seriamente amenazadas sus negociaciones comerciales con Bruselas tras la presentación al Parlamento británico de un «proyecto de ley de mercado interno» que modifica disposiciones para Irlanda del Norte recogidas en el acuerdo de divorcio con la UE.

Responsables europeos advirtieron que implicaría una violación «grave» de un tratado internacional en vigor desde enero y llamaron a Londres a retirarlo so pena de acciones legales.

Pero el gobierno de Johnson rechazó el ultimátum y el texto empezará a ser debatido el lunes en la Cámara de los Comunes.

Esta asumida violación del derecho internacional despertó sin embargo críticas en las filas del Partido Conservador del primer ministro quien, aunque dispone de una amplia mayoría parlamentaria, podría verse enfrentado a una rebelión interna como la que acabó con la carrera de su predecesora, Theresa May.