En la fotografía: (de izquierda a derecha) Hibatulá Ajundzada, Ahmed Masud, Gulbudin Hekmatiar, Abdul Ghani Baradar, Hamid Karzai y Abdulá Abdulá.
La conquista por parte de los talibán de Afganistán 20 años después de que fueran expulsados del poder en una ofensiva lanzada por Estados Unidos con apoyo internacional tras los atentados del 11-S y la salida del país del presidente, Ashraf Ghani, abre un periodo de incertidumbre en el país asiático.
Por el momento, el movimiento que fundó en los años 90 el mulá Omar aún no ha asumido el poder formalmente mientras que en Afganistán algunos destacados dirigentes, como el expresidente Hamid Karzai o el negociador jefe con los talibán, Abdulá Abdulá, se han arrogado la tarea de gestionar un traspaso de poder pacífico.
Mientras esto ocurre, los talibán están enviando mensajes de tranquilidad tanto a los afganos, y en especial a sus mujeres, como a la comunidad internacional, asegurando que tanto las embajadas como quienes trabajaron durante estos años para las fuerzas y organismos internacionales no tienen nada que temer. También han pedido a todos los funcionarios y trabajadores gubernamentales que vuelvan a sus puestos.
En este nuevo escenario, ¿quiénes son las personas que decidirán el futuro de Afganistán?
Los talibán
- Haibatullah Akhundzada. Está al frente de los talibán desde la muerte de Ajtar Mohamed Mansur en 2016, quien sucedió a su fundador el mulá Omar, en 2013 tras su muerte –aunque no se conoció hasta julio de 2015–.
Es una figura bastante enigmática y se conoce poco de su vida, más allá de que luchó contra los soviéticos y que encabezó los tribunales de la sharia impuestos por los talibán en los años 90. Bajo su responsabilidad están los asuntos políticos, religiosos y de seguridad relativos al grupo, para lo cual tiene tres subalternos, si bien tiene la última palabra.
- Abdul Ghani Baradar. Uno de los cofundadores del grupo, el mulá Baradar se ha convertido en los últimos tiempos en el rostro más visible de los talibán al encabezar la delegación que negoció el acuerdo de paz con Estados Unidos y que estaba negociando con el Gobierno afgano.
Tras la invasión de Afganistán, huyó a Pakistán, donde fue detenido y encarcelado en 2010 para ser liberado a petición de Estados Unidos en 2018 para participar en las negociaciones de paz. Como responsable de la oficina política de los talibán, se espera que desempeñe algún papel en el futuro del país ya que es una figura muy respetada dentro del movimiento.
- Mohamed Yaqoob. Hijo del mulá Omar, es el responsable de las operaciones militares de los talibán. Poco se sabe de él y de hecho no hay ninguna imagen suya hasta la fecha, si bien en la última semana ha publicado algunos mensajes instando a los combatientes a no atacar propiedades privadas y a comportarse adecuadamente para evitar las críticas. Es el responsable de las provincias del sur.
- Sirajuddin Haqqani. Actualmente es una de las figuras más controvertidas del grupo. Como uno de sus ‘números dos’ tiene a su cargo las provincias del este pero su importancia estriba en que es el líder de la Red Haqqani desde la muerte de su padre, Jalaluddin Haqqani.
Este grupo ha sido responsable de buena parte de los ataques más violentos que se han venido produciendo contra las fuerzas afganas e internacionales en el país. Estados Unidos considera a este grupo como una organización terrorista y ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información sobre Sirajuddin Haqqani, cuyo paradero se desconoce.
Consejo de coordinación
- Hamid Karzai. Líder de la tribu pashtún de los popalzai durrani, en Kandahar, Karzai ya sabe lo que es participar en una transición. En diciembre de 2001 fue nombrado como presidente interino durante la Conferencia de Bonn tras la caída del régimen talibán, cargo que mantuvo hasta diciembre de 2004, cuando fue elegido en las primeras elecciones en el país. En 2009 obtuvo un segundo mandato.
Tras la conquista de Kabul por los talibán, optó por permanecer en el país. Junto a Abdulá y a Gulbudin Hekmatiar ha creado el Consejo de Coordinación para «evitar el caos» y gestionar «los asuntos relacionados con la paz y el traspaso pacífico» de poder.
- Abdulá Abdulá. Hasta ahora era el presidente del Alto Consejo Nacional de Reconciliación y jefe del equipo negociador con los talibán en Doha, puesto creado para solventar la disputa tras las presidenciales de 2019 en las que volvió a imponerse Ghani. Ya en 2014, se creó igualmente para él el puesto de jefe ejecutivo –una especie de primer ministro– tras reivindicar tanto Abdulá como Ghani la victoria.
Oftalmólogo de formación, fue ministro de Exteriores con Karzai entre diciembre de 2001 y marzo de 2006. Anteriormente, había ocupado este mismo puesto en la Alianza del Norte, la coalición de milicias formada para combatir a los talibán y comandada por Ahmad Shah Masud, asesinado en vísperas del 11-S.
- Gulbudin Hekmatiar. El líder y fundador de Hezb-e-Islami es otra figura histórica de Afganistán. Luchó contra los soviéticos y tras la salida de la URSS se convirtió en uno de los señores de la guerra que sembraron el caos en el país y fue durante un tiempo primer ministro de la Alianza del Norte.
Tras la invasión de Afganistán, luchó contra Karzai y las fuerzas internacionales, antes de firmar en 2016 un acuerdo de paz con el Gobierno que le permitió su retorno a Kabul en mayo de 2017 y desde entonces ha sido una voz muy crítica con los talibán.
Otros afganos actores
– Abdul Rashid Dostum. De etnia uzbeca, Dostum también ha sido otro actor clave en la historia reciente del país. Comandante del Ejército bajo el Gobierno comunista de Afganistán, se pasó a los muyahidines que luchaban contra las tropas soviéticas, participando en la caída del presidente Mohamed Najibulá.
En los años que siguieron, cambió varias veces de aliados entre Masud y Hekmatiar, para en 2001 unirse a las fuerzas del norte que junto a Estados Unidos derrotaron a los talibán. Formó parte de la administración de Karzai, llegando a ser jefe del Ejército, y entre 2014 y 2020 fue vicepresidente de Ghani. Ante el avance de los talibán, prometió defender su feudo en Mazar-i-Sharif, pero finalmente la ciudad cayó. Se cree que está en Uzbekistán.
– Ahmed Masud. Hijo del histórico líder de la Alianza del Norte, en las últimas horas ha habido algunas informaciones que apuntan a que estaría reuniendo un Frente de Resistencia en el valle de Panjshir, situado a unos 150 kilómetros de Kabul y que no habría caído bajo control talibán.
«Estamos dispuestos a crear un gobierno inclusivo con los talibán» mediante negociaciones, dijo la semana pasada en una entrevista al ‘think-tank’ Atlantic Council, recalcando que para él sería inaceptable un ejecutivo marcado «por el extremismo y el fundamentalismo».
– Amrulá Salé. Este antiguo miembro de la Alianza del Norte, fue jefe de la Dirección Nacional de Seguridad (los servicios de Inteligencia) entre 2004 y 2010 y posteriormente ministro de Finanzas. Desde 2020 era el primer vicepresidente del país, en calidad de lo cual ha reivindicado este martes que puesto que él no ha abandonado Afganistán es el presidente legítimo, conforme estipula la Constitución. Tras la caída de Kabul, aseguró que «nunca y bajo ninguna circunstancia se plegará a los terroristas talibán».