La comunidad indígena Maya Qeqchi de Agua Caliente en Guatemala pidió responsabilidad a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la falta de legislación respecto a su derecho a la propiedad colectiva, así como al otorgamiento y establecimiento de un proyecto minero en su territorio.
«Se alude a que el Estado no cumplió con el derecho a la consulta previa, libre e informada, al otorgar permisos, licencias y concesiones para la realización de dicho proyecto minero en tierras de la comunidad», manifiestó el informe del caso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En este sentido, la comunidad indígena ha denunciado este miércoles la falta de legislación para garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras ancestrales después de 40 años de intentos frustrados.
El líder indígena Rodrigo Tot ha asegurado ante la audiencia a través de una videollamada que «no se nos pidió permiso y no se le preguntó a la comunidad» y agregó que «cuando el indígena sufre nadie se preocupa».
«Nosotros siempre pedimos medidas colectivas porque hubo intentos de desalojo por parte de las fuerzas de la seguridad privada de la empresa», detalló el representante de la comunidad, según un video compartido por la Corte Interamericana en su perfil de Twitter.
A su juicio, «esto ha afectado a la integridad física de cada uno de los miembros de la comunidad».
También se ha pronunciado sobre el caso la Voz Popular del Pueblo Maya que ha publicado en su perfil de Twitter: «Saludamos a nuestro Abuelo, Rodrigo Tot, Maya Qeqchi y nuestros colegas del Centro Jurídico Para los Pueblos Indígenas. ¡Justicia para la Nación Qeqchi!».
Agua Caliente es una de las comunidades que luchan por eliminar una mina de níquel de sus territorios ancestrales en Guatemala, propiedad de la Compañía Guatemalteca de Níquel, de la empresa suiza ‘Solway Investment Group’.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos emitirá una sentencia final en los próximos meses.