- Miembros de la secta ultraortodoxa judía pretendían ser escuchados por el presidente Bernardo Arévalo, a 27 días del allanamiento para rescatar a 160 menores en peligro
La comunidad ultraortodoxa Lev Tahor realizó este viernes una protesta frente al Palacio Nacional, exigiendo la devolución de menores rescatados en diciembre pasado por las autoridades. Los manifestantes, principalmente mujeres, negaron cualquier tipo de abuso hacia los niños y pidieron una reunión directa con el presidente Bernardo Arévalo, argumentando que la intervención en su comunidad fue un acto «injustificado, violento y motivado por prejuicios religiosos».
Contexto de los conflictos
Desde el rescate de 160 menores en Santa Rosa, se han registrado 27 días de tensiones y enfrentamientos entre Lev Tahor y las autoridades. Los integrantes del grupo han protagonizado altercados con la Policía Nacional Civil (PNC) y personal de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), incluyendo actos de violencia como el lanzamiento de cloro y la destrucción de instalaciones en un albergue estatal.
Las denuncias contra la comunidad judía ultraortodoxa Lev Tahor en Guatemala surgieron en diciembre de 2024, cuando cuatro menores escaparon de su asentamiento en Oratorio, Santa Rosa, y alertaron a las autoridades sobre abusos y casos de trata de personas.

Estos testimonios llevaron a las autoridades (PGN, MP, PNC y SBS) a realizar un operativo en el que se rescataron 160 niños que vivían «en condiciones deplorables». Durante el allanamiento también se encontraron restos humanos en cajas, lo que abrió nuevas líneas de investigación.
Además, las autoridades capturaron a un subcomisario de la Policía Nacional Civil, acusado de filtrar información confidencial a líderes de la secta. Los menores rescatados fueron trasladados al un centro de menores bajo la custodia de la Las denuncias contra la comunidad judía ultraortodoxa Lev Tahor en Guatemala surgieron en diciembre de 2024, cuando cuatro menores escaparon de su asentamiento en Oratorio, Santa Rosa, y alertaron a las autoridades sobre abusos y casos de trata de personas. Estos testimonios llevaron al Ministerio Público a realizar un operativo en el que se rescataron 160 niños que vivían en condiciones deplorables. Durante el allanamiento también se encontraron restos humanos en cajas, lo que abrió nuevas líneas de investigación.
Además, las autoridades capturaron a un subcomisario de la Policía Nacional Civil, acusado de filtrar información confidencial a líderes de la secta. Los menores rescatados fueron trasladados al Centro Alida España bajo la custodia de la PGN, aunque esto generó tensiones, ya que miembros de Lev Tahor intentaron recuperarlos, negando las acusaciones de abuso, pero actuando con violencia.
Estas acciones se suman a antecedentes de la comunidad, que ha enfrentado denuncias similares en otros países como Canadá e Israel. En Guatemala, la PGN ha reiterado que los menores deben ser protegidos, ya que existen pruebas de violaciones a sus derechos fundamentale, aunque esto generó tensiones, ya que miembros de Lev Tahor intentaron recuperarlos, negando las acusaciones de abuso.
Estas acciones se suman a antecedentes de la comunidad, que ha enfrentado denuncias similares en otros países como Canadá e Israel. En Guatemala, la PGN ha reiterado que los menores deben ser protegidos, ya que existen pruebas de violaciones a sus derechos fundamentales
La Procuraduría General de la Nación (PGN) insiste en que las medidas se han tomado para proteger a los menores, señalando que existen indicios de abusos sexuales y maltrato dentro del grupo.
Por otro lado, la Comunidad Judía de Guatemala se ha desvinculado categóricamente de Lev Tahor, calificándolo como una secta religiosa al margen del judaísmo y respaldando las acciones legales emprendidas contra ellos. Además, han rechazado las acusaciones de persecución religiosa realizadas por el grupo, destacando que las investigaciones buscan garantizar la justicia y los derechos de los menores.
Posición de Israel y de otros actores internacionales
El caso también ha llamado la atención de Israel, cuya Corte Suprema ya había señalado a Lev Tahor por casos de abuso infantil y secuestro. Las autoridades guatemaltecas se encuentran bajo presión para garantizar el bienestar de los niños, mientras continúan evaluando las demandas de este grupo controversial.
A pesar de las tensiones, los menores permanecen bajo la custodia del Estado, con la PGN subrayando la importancia de preservar sus derechos y seguridad frente a cualquier acción que ponga en riesgo su bienestar.
Ningún miembro del gobierno del presidente Arévalo salió a conversar con los miembros de la secta, que piden que se instale una «mesa de diálogo», al margen de los tribunales, en donde se ventila el caso.