Por: Enma Reyes
La Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso de la República dictaminó favorablemente el proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el 2020, dejándolo en Q89 mil 773 millones. La cifra planteada por la dicha sala de trabajo es de Q2.2 millardos menos de lo que presentó el Ejecutivo en septiembre pasado y tal como lo sugirió el próximo gobierno.
De ser aprobado por los diputados, el Presupuesto para el próximo año aumentaría Q1 mil 400 millones más que el actual, de Q88 mil 300 millones.
Dentro del proyecto, los legisladores eliminaron el 10 por ciento de las plazas 029 en los 14 ministerios y dejaron fuera a varias organizaciones no gubernamentales que recibían alrededor de Q50 millones del Estado a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
En el dictamen elaborado por los diputados también dejó fuera un pago de Q117 millones al Banque Nationale de París (BNP) después que la Procuraduría General de la Nación declarara que no era factible.
Una de las instituciones que se verá afectada con este cambio es la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), ya que el techo para la recaudación queda en Q67 mil millones.
Con el dictamen favorable de la Comisión de Finanzas, esta iniciativa será enviada a Dirección Legislativa y después pasará al Pleno del Congreso para su respectiva aprobación, la cual deberá ser antes del 30 de noviembre.
Presupuesto precario
El 15 de octubre pasado, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) presentó un análisis del proyecto de Presupuesto para el 2020, donde destacaron que este prevé una disminución en el gasto público social.
De acuerdo con el estudio realizado por dicha organización, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), el gasto público social pasaría de 7.8 por ciento que se tenía previsto en 2019 a 7.5 por ciento en 2020; no obstante, la entidad estima que ese gasto sería aún menor, debido a la poca capacidad del Gobierno para ejecutar.
Para el ICEFi es preocupante que el Presupuesto 2020 contemple una reducción a la inversión público en niñez y adolescencia, la cual pasaría de 3.6 a una proyección de 3.4 por ciento.