La presión sobre el gobierno de Angela Merkel aumenta para que se levanten lo antes posible los controles en las fronteras alemanas, sobre todo con Francia, una medida impuesta en varios países para contener la propagación del nuevo coronavirus.
«Necesitamos urgentemente abrir las fronteras con Francia», declaró el sábado el jefe de gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, un peso pesado del partido conservador CDU y candidato a la sucesión de la canciller el año que viene.
«El confinamiento debe acabar el 11 de mayo» en Francia, dijo al diario local Stuttgarter Zeitung. «Sería un buen momento para mostrar a nuestro vecino que queremos una respuesta común europea en la lucha contra la pandemia», prosiguió.
Diputados de la Asamblea Parlamentaria Francoalemana, una institución binacional con miembros parlamentarios de ambos países, también lanzaron un llamado a la reapertura «inmediata» de las fronteras.
«Las cifras de la infección disminuyen y las diferencias entre las regiones se han reducido: las medidas en las fronteras no se pueden justificar más con la protección de la salud», afirmaron en una declaración el sábado, recalcando al mismo tiempo que se han impuesto medidas de higiene y distanciamiento social en ambos países.
«¡Tras más de siete semanas, se tienen que retirar las vallas y las barreras en el corazón de Europa», exigieron.
Las restricciones en las fronteras, impuestas a mediados de marzo, estarán en vigor hasta el 15 de mayo. Estas medidas «han ayudado a contener la infección» en Alemania, justificó el ministro del Interior, Horst Seehofer, en una entrevista al diario Bild. La semana que viene se anunciará la prolongación o no del dispositivo, agregó.
Desde hace varios días, son muchos los que piden en Alemania que se levanten las restricciones lo antes posible, tanto en el bando conservador como entre los socialdemócratas, aliados en el gobierno de Angela Merkel.
Los gobiernos de Austria y Luxemburgo también han insistido para que Alemania abra totalmente sus fronteras.