La victoria de Donald Trump ha desencadenado una serie de escenarios, los cuales, además de ser susceptibles de una serie de bromas en redes sociales, que únicamente causan risa porque sabemos que son parte de una realidad, pueden ser posibles detonadores de problemáticas serias, no únicamente para Estados Unidos, sino para muchos otros países alrededor del mundo, sobre todo para aquellos que tiene población migrante legal o ilegal y también aquellos cuya economía es dependiente de la estabilidad económica de EE. UU.
En los últimos días en redes sociales se han apreciado algunos casos en donde ya se empiezan, de cierta forma, a legitimar algunas acciones que van en términos racistas en Estados Unidos, y la lógica permite discernir que quienes lo hacen se sienten empoderados por la simple y sencilla razón de que si el ahora presidente electo tiene prácticas así, la población se puede sentir legitimada para hacerlo también, dentro de estos se encuentra la burla y desprecio hacia la población latina y musulmana, lo que puede llegar a generar conflictos sociales muy fuertes que pueden terminar en violencia, y la violencia no es un recurso que fortalezca las democracias.
El caso del Donald Trump puede verse, para algunos países, muy lejano a su realidad, pero, en comparación con el caso guatemalteco, parece no estar muy lejano, como mencionado por varios analistas en diversas ocasiones, ser el outsider resultó ser sumamente atractivo para el electorado, esa figura que rescata lo que la mayoría quiere para presidente. La experiencia en la administración de la cosa pública o de un pleno conocimiento de las necesidades de la población no fueron cualidades que pesaran en las últimas elecciones presidenciales de ambos países, pero lo que sí tuvo un gran peso fue encontrar las propuestas idóneas para atraer a ese elector que en otros procesos no se veía atraído a participar, los jóvenes, en el caso Guatemalteco, que favorecieron a Jimmy Morales por ser ese candidato atípico y los adultos (45 años en adelante) que salieron a votar para favorecer a Trump, que conforme al partido que representaba y sus propuestas radicales atrajo a muchos conservadores que buscan políticas más mesuradas que el actual gobierno de Obama y las propuestas de Hillary.
La elección de Estados Unidos tiene efectos sobre la dinámica política, económica y social mundial, aún queda pendiente ver cómo esta nueva administración cambiará las circunstancias actuales, pero lo que sí es que los cambios generarán nuevos escenarios. Para muchos guatemaltecos la preocupación está en la economía, que pasará con los migrantes que son el sustento de miles de familias por medio de las remesas, y, en el país, cuales podrán ser los efectos macroeconómicos si se reducen significativamente las remesas, por tanto, es evidente que los cambios produzcan temor sobre qué sucederá con el gobierno de Trump, tanto por la posible violencia que se genere como un procesos de legitimización a tratos racistas, un gobierno conservador que cierre puertas y no permita una participación abierta de los diferentes sectores y efectos a la economía que pueden tener implicaciones a nivel mundial.
Se debe estar pendiente de cada decisión que EE. UU tome, ya que debe considerarse como escenarios que tendrán una implicación directa sobre las dinámicas nacionales; en un mundo globalizado no podemos aislarnos de lo que sucede fuera de nuestras fronteras, al contrario, debemos aprovechar la información para prepararnos, y, ante todo, aprender de otras democracias es clave para fortalecer la nuestra.