¿Por qué Panamá se molesta nuevamente con Washington?

  • Tensión diplomática: EE.UU. plantea posible base militar en Panamá y gobierno panameño lo rechaza con firmeza10 de abril de 2025

Ciudad de Panamá – La posibilidad de que Estados Unidos establezca una base militar en territorio panameño ha reavivado tensiones históricas y generado una inmediata y contundente respuesta del gobierno de Panamá.

El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, dejó entrever esta semana que Washington evalúa «reestablecer presencia estratégica en puntos clave de América Latina, y Panamá es un lugar naturalmente considerado, dado su valor geopolítico».

Durante una conferencia en el Comité de Defensa del Senado estadounidense, Hegseth aseguró que “el Canal de Panamá es una infraestructura vital no solo para el comercio mundial, sino también para la seguridad hemisférica”, y añadió que «una base militar en la región ayudaría a garantizar su funcionamiento libre de interferencias externas», en aparente alusión a la creciente presencia económica de China en la región.

Respuesta panameña: “La soberanía no se negocia”

Desde Panamá, la reacción fue inmediata. El ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, replicó con firmeza que «Panamá no albergará ninguna base militar extranjera, bajo ninguna circunstancia». En rueda de prensa, reiteró las palabras del presidente José Raúl Mulino, quien días atrás reafirmó que “las únicas manos que controlan el Canal son panameñas, y así seguirá siendo”

“Respetamos nuestra histórica relación con Estados Unidos, pero también exigimos respeto a nuestra soberanía y a los tratados internacionales que garantizan la neutralidad del Canal”, agregó Pino. El canciller Javier Martínez-Acha también se pronunció en el mismo tono, recordando que Panamá es un país “abierto al diálogo y a las inversiones, pero con el lema claro de que la Patria va primero”

Un trasfondo con historia

La controversia llega en un momento delicado, justo cuando se conmemoraron los 35 años de la invasión estadounidense de 1989, que puso fin a la dictadura de Manuel Antonio Noriega. Panamá abolió su ejército poco después y consolidó un modelo de defensa civil, amparado en su neutralidad y en tratados firmados con EE.UU., como los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que garantizaron la devolución total del Canal a manos panameñas en 1999.

El expresidente Aristides Royo, uno de los arquitectos de estos tratados, recordó recientemente que existe un compromiso bilateral que impide la intervención o presencia militar estadounidense en el país, salvo en caso de una amenaza directa al Canal, y aún así, con limitaciones muy específicas. “Ni siquiera en los peores momentos del régimen de Noriega, se cuestionó la validez de esos tratados”, declaró.

Influencia de China, tensión con Trump y contexto geopolítico

Las declaraciones de Hegseth también surgen después de nuevas críticas del expresidente Donald Trump, quien acusó al gobierno panameño de aplicar “tarifas abusivas” a los barcos estadounidenses y de permitir una “influencia excesiva de China” en la administración del Canal. Estas afirmaciones fueron desmentidas oficialmente por el gobierno panameño, que subrayó que los peajes son definidos por un proceso técnico, abierto y transparente, con participación de usuarios internacionales.

Según datos de la Autoridad del Canal, Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de esta vía interoceánica por la que transita cerca del 3% del comercio mundial. China, aunque con peso creciente, se mantiene en un distante segundo lugar.

Una línea roja

Expertos en relaciones internacionales advierten que la idea de una base militar en Panamá podría reabrir heridas históricas y alterar el equilibrio político regional. “Panamá ha construido una reputación como país neutral, clave para el comercio global y como punto de consenso en la región. Cualquier intento de militarización puede socavar esa imagen”, señala la analista de geopolítica centroamericana, María Elena Vásquez, en declaraciones a France 24.

Por el momento, no hay confirmación oficial por parte de Washington sobre una solicitud formal a Panamá. Sin embargo, el gobierno panameño ha dejado claro que cualquier insinuación de este tipo será recibida con rechazo total.

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