El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, animó este lunes a sus aliados a seguir acompañando los esfuerzos de la Casa Blanca y la oposición venezolana para poner fin a «la tiranía» de Nicolás Maduro.
En su visita a Bogotá, primera escala de una gira por Latinoamérica y el Caribe, Pompeo reactivó su respaldo a los adversarios de Maduro en cabeza de Juan Guaidó, con quien prevé reunirse este lunes en Bogotá.
«El mundo debe seguir apoyando los esfuerzos del pueblo venezolano de volver a la democracia y de acabar con la tiranía de Maduro, que daña a millones de venezolanos y que tiene un efecto en Colombia y en toda la región», dijo el secretario de Estado.
Pompeo se reunió con el mandatario colombiano, Iván Duque, antes de intervenir en una conferencia regional sobre la lucha contra el terrorismo en la que participa Guaidó, quien la víspera llegó a Bogotá burlando la prohibición de no salir de Venezuela impuesta por autoridades chavistas.
Estados Unidos encabeza la lista de más de medio centenar de países que reconocen al también jefe del Parlamento de Venezuela como presidente interino, tras denunciar el fraude de la reelección de Maduro en 2018.
El secretario de Estado condenó la «miseria infligida» por Maduro, que desencadenó el éxodo de millones de personas. De los 4,6 millones de migrantes venezolanos que cuenta la ONU, 1,6 están en Colombia.
En ese sentido, resaltó el apoyo de Colombia en la cruzada estadounidense contra Maduro, cuyo gobierno ha sido blanco de múltiples sanciones económicas incluido un embargo petrolero.
«Me alegra ver la cooperación en los más altos niveles. Los ciudadanos rechazan el autoritarismo y exigen libertad. Colombia ha sido clave en esta visión democrática» en la región, afirmó Pompeo.
Desde que Maduro asumió por primera vez en 2013, Venezuela, que posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, ha sufrido una aguda contracción de su economía.
Pero a pesar de la crisis política y económica, de los esfuerzos de Guaidó y de las sanciones de Washington, Maduro sigue en el poder respaldado por las fuerzas de seguridad, así como por Cuba, Rusia y China.
Por más sanciones
En 2019 Guaidó fracasó en su propósito de deponer a Maduro, aun cuando asegura haberlo «intentado todo». Su popularidad cayó de 63% en enero a 38,9% en diciembre, según la encuestadora Datanálisis.
Estados Unidos y la Unión Europea mantienen firme su respaldo al opositor. Guaidó será recibido el miércoles en Bruselas por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y al día siguiente se sumará al foro económico de Davos en Suiza.
En su encuentro con Pompeo, el presidente colombiano pidió más sanciones contra la «tiranía» de Venezuela por su apoyo a grupos «terroristas» colombianos en su territorio.
El gobierno de Duque ha denunciado con insistencia que jefes rebeldes del ELN y de las disidencias de las FARC están en Venezuela, con el presunto apoyo de Maduro y de autoridades de su gobierno.
Considerado el último grupo rebelde activo en Colombia, el ELN sostuvo negociaciones de paz primero en Quito y luego en La Habana con el Premio Nobel de Paz Juan Manuel Santos (2010-2018).
A su llegada al poder, Duque fijó nuevas condiciones para seguir con las fallidas conversaciones. Finalmente, decidió romper el proceso hace un año tras un ataque con coche bomba reconocido por el ELN contra una academia policial en Bogotá, donde murieron 22 cadetes, además del agresor.
Este lunes Duque, Pompeo y Guaidó rindieron homenaje a las víctimas. Durante la instalación de la conferencia regional, el mandatario acusó incluso al gobierno chavista de dar entrada a Venezuela a «células» de Hezbolá, el movimiento chiita apoyado por Irán.
De su lado, Guaidó aseguró a periodistas que la «dictadura venezolana» no solo ampara al ELN, sino que le da «financiamiento directo e indirecto a través del oro venezolano, que puede ser hoy catalogado como oro de sangre».
Pese a la ofensiva internacional, Maduro aseguró en una reciente entrevista con el Washington Post que tiene el control del país y se declaró abierto a negociaciones directas con Estados Unidos para reactivar la relación bilateral.
El gobierno de Donald Trump abogó días atrás por un diálogo para formar un gobierno de transición en Venezuela que convoque a elecciones generales antes de fin de año. Pero sigue sosteniendo que esas conversaciones deben empezar por discutir la partida de Maduro.