De acuerdo con nota de elPeriodico, un grupo de vecinos de la colonia Vista Bella, zona 11, de la ciudad de Quetzaltenango, mostraron su desacuerdo de usar el centro recreativo Atanasio Tzul, a cargo del Ministerio de Trabajo, para albergar a 80 migrantes retornados desde México.
Algunos inconformes lanzaron piedras a los connacionales. Según con el gobernador, Julio Quemé, los vecinos amenazaron con quemar el centro recreativo, e incluso, hacerle daño a los retornados y al personal del lugar.
Inicialmente se reportó que se habían fugado dos migrantes, sin embargo, el gobernador negó esta información. La alerta hizo que se movilizaran las autoridades, debido a que los pobladores, ya durante el toque de queda, salieron a buscar a las personas que supuestamente habían escapado.
De acuerdo con Quemé, nadie se fugó del centro, que era custodiado por antimotines y soldados del Ejército de Guatemala.
Las autoridades explicaron que ya le han hecho pruebas de Covid-19 a los 80 migrantes y están a la espera de los resultados. Los hisopados se enviaron vía aérea y esperan los resultados. “Ninguno presenta síntomas, pero estamos siguiendo los protocolos respectivos”, dijo Quemé.
“Es inhumano lo que hacen las personas. Yo hablé con los Consejos Comunitarios de Desarrollo de este sector, y les expliqué que no se corría ningún riesgo. Es triste ver que traten así a los migrantes”, manifestó el funcionario.
A través de las redes sociales, la oficina del Procurador de los Derechos Humanos comunicó que abriría un expediente ante la situación de personas migrantes trasladadas al Centro Atanasio Tzul.