El papa Francisco clamó por la reducción de las desigualdades y contra la guerra e instó como salida a la conversión ecológica, en su mensaje para el inicio del 2020 divulgado este jueves por el Vaticano.
El texto del pontífice argentino, que será leído en todas las parroquias del mundo con ocasión de la Jornada Mundial por la Paz que se celebra el 1 de enero, resulta un análisis profundo de la situación mundial.
El líder de la iglesia católica explica las razones por las cuales los fieles deben comprometerse contra todas las guerras y a favor del desarme nuclear y la defensa del medio ambiente.
«La brecha entre los miembros de una sociedad, el aumento de las desigualdades sociales y la negativa a utilizar las herramientas para el desarrollo humano integral ponen en peligro la búsqueda del bien común», advirtió el papa en uno de los mensajes más firmes de su pontificado y en el que retoma mucho de los argumentos tratados durante al año.
«La guerra se nutre de la perversión de las relaciones, de las ambiciones hegemónicas, de los abusos de poder, del miedo al otro y la diferencia vista como un obstáculo; y al mismo tiempo alimenta todo esto», afirma.
En el mensaje, divulgado con anticipación para que sea leído y estudiado por los curas en todos los continentes, Francisco reitera su enérgica posición contra las injusticias sociales en todos los rincones del mundo.
«Nunca habrá una paz verdadera a menos que seamos capaces de construir un sistema económico más justo», reiteró.
El primer pontífice latinoamericano, que conoce de cerca esa problemática, pese a que no se refiere directamente al año marcado por las protestas en América Latina y el Caribe contra las desigualdades, anuncia que la iglesia se compromete en la búsqueda de «un orden justo».
El papa argentino citó también el sínodo sobre la Amazonía celebrado en octubre en el Vaticano en el que la iglesia establece que devastar la naturaleza es pecar.
«Necesitamos una conversión ecológica», clamó el papa, que condena «la falta de respeto por la casa común, la explotación abusiva de los recursos naturales, vistos como herramientas útiles únicamente para el beneficio inmediato, sin respeto por las comunidades locales, por el bien común y por la naturaleza», escribió.
En su mensaje, Francisco condenó de nuevo la idea de que la posesión de la bomba atómica disuada los ataques, como lo hizo en su reciente viaje a Japón.
«No podemos pretender que se mantenga la estabilidad en el mundo a través del miedo a la aniquilación, en un equilibrio altamente inestable, suspendido al borde del abismo nuclear», recalcó.