Un préstamo contratado al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) habría sido aprobado por el Congreso de la República en 2012, previo pago de sobornos a muchos legisladores.
El monto del empréstito asciende al equivalente de US$399 millones, cifra que cobraría la empresa brasileña Norberto Odebrecht para ejecutar el proyecto carretero CA-2 Occidente, Cocales, Escuintla-Tecún Umán, San Marcos, obra que permanece en suspenso.
Tras conocerse que esa compañía está involucrada en multiples hechos de corrupción en varios países de Latinoamérica, incluida Guatemala, algunos de sus exejecutivos ya confesaron que en este caso, fue necesario pagar sobornos hasta por US$18 millones a exfuncionarios del Partido Patriota y diputados de la legislature anterior.
Eta afirmación fue contrastada contra el diario de sesiones de fecha 11 de octubre de 2012, en el que consta que el diputado Roberto Villate denunció a viva voz que muchos de sus compañeros habían recibido hasya Q250 mil por aprobar el empréstito mencionado.
No obstante, la iniciativa de ley fue aprobada por congresistas de los partidos Unionista, Creo, Gana, Todos, UNE, Winaq, Viva, URNG y PP, mientras que solo se abstuvo Encuentro por Guatemala, al sospechar que la carretera estaba sobrevalorada y que se pagarían sobornos para lograr la aprobación del préstamo.