El joven ciclista esloveno, Tadej Pogacar, admitió este sábado, en la víspera de llegar de amarillo a París, que «nunca hubiese imaginado» ganar un Tour de Francia a los 21 años, en declaraciones en conferencia de prensa.
«Esta mañana era segundo, pero he tenido un gran día y ahora me encuentro de amarillo. Es increíble. Nunca lo hubiese imaginado», comenzó Pogacar después de haber ganado la contrarreloj con final en el alto de la Planche de Belles Filles, donde aventajó a Primoz Roglic en 1:56 para arrebatar el maillot amarillo a su compatriota, que contaba con una ventaja de 57 segundos antes de la etapa.
«Nunca pensé en este maillot porque es la carrera más importante del mundo, pero mi equipo (UAE Emirates) tenía una gran confianza en mí y me convencieron de que podía hacerlo», añadió.
«Como todas las contrarrelojes, en las que luchas contra ti mismo, he empezado algo nervioso, pero lo he dado todo. Conocía el recorrido, sabía donde podía recuperar y dónde acelerar», explicó Pogacar, que recientemente ya había batido a Roglic en la ‘crono’ del campeonato esloveno.
«El recorrido era diferente, pero era bueno tenerlo como referencia. Me decía que si tenía un buen día podía pelear con él. Al final, yo tuve un gran día y él un poco menos».
Pogacar no supo explicar el pobre rendimiento de su compatriota. «No sé qué le ha pasado. Era el mejor corredor y tenía el mejor equipo. Es mi amigo y siento pena por él. Perder el amarillo tras la verdadera última etapa es muy duro.
Seguidor de Contador
«Imagino cómo se siente, pero en carrera todos queremos ganar», añadió.
Pogacar, que en su primera carrera de tres semanas, el año pasado en la Vuelta a España, ya acabó tercero, destacó su capacidad para recuperar en este tipo de pruebas. «Ya son dos grandes vueltas en las que acabo muy bien. Mi capacidad de recuperación desde el punto de vista genético es muy destacable… Imagino que le tengo que dar las gracias a mis padres», bromeó.
Tras su triunfo (virtual) en el Tour, Pogacar, que declaró haber comenzado a interesarse por el ciclismo vibrando por televisión con corredores como el español Alberto Contador y el luxemburgués Andy Schleck, el esloveno admite que le cambiará la vida, «aunque quiero seguir siendo el mismo, entrenarme y correr con el mismo espíritu».
«Sólo soy un chico de Eslovenia que tiene dos hermanas y un hermano. Me gusta divertirme y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida», concluyó.