Víctor Gálvez, Director de Incidencia Pública de la Universidad Rafael Landívar (URL).
No se ve hasta el momento, por ningún lado en el actual gobierno, ni en lo individual, grupal y en conjunto, una dirección y políticas públicas encaminadas a resolver los problemas de nación, dice el politólogo de la URL.
Rodrigo Pérez/ rperez@cronica.com.gt
Sin conducción y liderazgo
No se percibe con claridad, en los 50 días, que los ministros, que tienen cierto conocimiento y especialización, estén conducidos globalmente por el liderazgo presidencial, que es quien debe fijar las orientaciones y las grandes directrices. No se ve eso que se llama capacidad estratégica de conducción, esto no quiere decir que el Presidente sea diestro en ningún tema, para ello están los expertos que tiene —ministros—, lo que tiene que garantizar es una conducción general. Y eso no se logra visualizar. Vinculado al tema hay otro problema, que son los famosos planes de trabajo o plan de gobierno, él anunció que su plan de gobierno era el Katún 2032, adaptado a sus cuatro años de administración. Bueno, eso tampoco se ha visto, hay rumores de que va a salir, pero no está.
Sin organización y orden
Ya se probó en el país, en otras administraciones, los famosos gabinetes sectoriales que son gabinetes con tareas afines como seguridad, desarrollo social, económico o de infraestructura, que se integran porque realizan cosas en común. Eso tampoco se nota y se ve. En otras administraciones el mandatario se reunía con esos gabinetes y discutía cuál era la estrategia, por ejemplo, en seguridad. Uno tiene que ver cómo logra sacarle provecho a toda esa gente que nombró y una de esas maneras de ordenar y organizar la casa es a través de los gabinetes sectoriales que no es una nueva estrategía, pues ya se usó en Guatemala, y se utiliza en otros países. Usted puede tener consejo de ministros, los 14, pero también puede tener consejos sectoriales para abordar crisis o para situaciones complicadas.
Rosario de errores
El Ejecutivo es el único, de las entidades que nombran un magistrado a la Corte de Constitucionalidad, que no ha hecho un proceso público y más o menos transparente, todos los demás lo han hecho, no tienen obligación legal, pero lo hacen. En sentido general, esta administración no está a la altura de las grandes expectativas que se definieron a finales del año, después de las elecciones. Tampoco ha sido un buen comunicador. Yo soy buen comunicador si tengo dotes, habilidades, pero si, además, comunico cosas. Ahora, si solo hago pantomimas y poses, pero lo que digo no convence, indica que también hay un déficit y él no ha logrado hacer clic con la mayoría de la ciudadanía que lo eligió esperando un cambio, una renovación de la política, una conducción honesta a prueba de corrupción.