Ni los casos de dopaje le han restado importancia: EL TOUR PASEA SU PRESTIGIO

Como ocurre todos los años, el Tour de Francia se convierte durante tres semanas en el evento deportivo que más expectativa cobra alrededor del mundo. Los pronósticos estuvieron muy acertados y el británico Chris Froome se ha confirmado como el nuevo monstruo del ciclismo.
Carlos María Salvado
Madrid – Si alguien tenía dudas sobre el poderío de Chris Froome, se habrán disipado luego de su triunfo con autoridad en el Tour de Francia 2015, el cual sirvió también para confirmar que hay un corredor colombiano, Nairo Quintana, listo para disputar a los más grandes cualquier título en Europa.
Ninguna prueba ciclística es tan exigente como el Tour, que proyecta al ganador del maillot amarillo como el mejor pedalista del planeta, un título que antes han tenido campeones de la talla de Eddy Merckx, Bernard Hinault, Greg Lemond, Miguel Indurain y, más recientemente, Alberto Contador –esta vez quinto en la general–.
Algunos llegaron a temer que el escándalo por dopaje que afectó a Lance Armstrong y dejó sin ganador del Tour de 1999 a 2005, afectaría la imagen de esta competencia. No ha sido así, sigue siendo uno de los espectáculos deportivos más seguidos y vistosos del mundo, aunque el dinero que se mueve es muy inferior al de torneos de otros deportes, como pueden ser el tenis, el fútbol y, por supuesto, el boxeo, en donde las bolsas de los ganadores suman millones.
Froome, en cambio, debió conformarse con €450.000, además de lo que pudo acumular por los resultados que se dan en cada una de las etapas. El ciclismo sigue siendo uno de los deportes de élite más exigentes, pero también está entre los que menos dinero producen a sus estrellas.

Gusta por duro
De la misma manera que en el tenis hay lo que se conoce como Grand Slam o Grandes Premios, el ciclismo tiene en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la vuelta a España, sus exponentes más exigentes. Solamente dos corredores en la historia han ganado la triple corona en un mismo año: Eddy Merckx (1974) y Stephen Roche (1987), aunque hay otros que los han ganado en años diferentes, entre ellos, dos que brillaron en el último Tour, el español Contador y el italiano Vincenzo Nibali.
Pero volviendo al Tour, se considera la prueba más exigente y se habla hasta de un castigo para los pedalistas por la intensidad y dificultad de sus etapas de montaña, en donde solamente sobreviven quienes tienen verdadera calidad y fuerza para este deporte.
Pero la pasión por esta prueba no es únicamente por su grado de dificultad. El colorido y su recorrido también forman parte del encanto que ha mantenido por más de cien años el Tour. En cada localidad se puede ver, tras la llegada a la meta de los atletas, a los jóvenes o niños del lugar tomando sus bicicletas para jugar a ser las grandes estrellas que han visto hace poco.
Esas escenas no han cambiado con el paso de los años. Al contrario, cada vez es mayor el número de seguidores de la competencia, que suele tener a lo largo del recorrido a cientos y miles de entusiastas aficionados vitoreando a los corredores.

Se sabía de antemano
Los expertos anticiparon que la lucha este año se centraría entre Contador, Froome, Nibali y Quintana. No se equivocaron, porque, aunque Contador se retrasó desde las primeras etapas, logró mantenerse entre los cinco primeros. En la clasificación general, solamente cambió el orden y se tuvo como sorpresa al español Alejandro Valverde, quien logró colarse en la tercera posición.
Como suele ocurrir en esta competencia, el campeón no acostumbra ganar muchas etapas. De hecho, Froome ganó únicamente la décima, pero se puso el suéter amarillo desde la séptima etapa, para no perderlo más.
Tal como también se había anticipado, Froome y Quintana libraron también una lucha por el título de Campeón de Montaña –que finalmente fue para el británico también–. El joven colombiano se perfila como un futuro gran campeón y puede ser que pronto lo veamos ganando alguna de las grandes vueltas europeas.
En eso de ganar etapas, el más experimentado ha sido el belga Merckx, quien se alzó con 34 triunfos. Ninguno de los favoritos actuales figura con más de 9 etapas del Tour en su palmarés, lo que demuestra que ha dejado de ser importante ganarlas para coronarse campeón.

SURGE DE UNA  CERVECERÍA
La más prestigiosa de las carreras de ciclismo nació de una conversación en una cervecería. Los padres del Tour de Francia fueron Henry Desgrange y Geo Lefevre, del periódico L’Auto, quienes pensaron que había que pasar de las competencias entre ciudades, de un fin de semana, a algo más grande.
Su entusiasmo hizo que el 16 de febrero de 1903 se publicara en el periódico la siguiente convocatoria:
El próximo mes de mayo se disputará la primera Vuelta Ciclista a Francia. Constará de seis etapas, con un total de 2.428 kilómetros, y estará dotada con 20.000 francos-oro de premios.
Lo malo fue que al llegar al cierre de las inscripciones, únicamente se habían registrado 15 pedalistas, lo que obligó a que se tuvieran que reprogramar las fechas y se incrementaran los premios.
Fue así como el 1 de julio de ese mismo año arrancó el primer Tour, con un total de 60 ciclistas que tomaron la salida, para un recorrido entre París y Lyón -467 kilómetros-.

El primer ganador fue un deshollinador de profesión, de nombre Maurice Garin, quien al final de la vuelta terminó como su primer campeón.

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