El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó formalmente este lunes los cargos por corrupción que se le imputan durante su segunda comparecencia ante un tribunal del país, tras varios aplazamientos a causa de la pandemia de coronavirus.
«Confirmo la respuesta presentada por mis abogados», señaló durante la vista en el tribunal, al que llegó en medio de un amplio despliegue de seguridad y en medio de una concentración contra él frente al edificio, según ha informado el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Tras ello, Netanyahu, quien compareció junto a otros imputados en el caso, recibió permiso de los jueces para abandonar la sala. El primer ministro había pedido a sus seguidores que no se concentraran en su apoyo para respetar las restricciones impuestas por la pandemia.
Segunda comparecencia
La comparecencia es la segunda del primer ministro, conocido popularmente como ‘Bibi’, tras una en mayo de 2020 en la que se leyeron los cargos que pesan contra él, incluidos sobornos, fraude y violación de la confianza en tres casos separados.
Decenas de personas concentradas frente al tribunal corearon eslóganes contra el primer ministro, entre ellos «‘Bibii, vete» y «‘Bibi’ a la cárcel». «Hemos trabajador duro para que sea juzgado. Hemos venido a asegurarnos que no huye. Lo acompañaremos hasta que entre en prisión», dijo uno de los concentrados, en declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA.
Netanyahu se convirtió en mayo de 2020 en el primer jefe del Ejecutivo sometido a un juicio por corrupción mientras ocupa el cargo, tras la imputación en noviembre de 2019 por el fiscal general del país, Avichai Mandelblit, luego de meses de investigaciones en torno a varios casos.
El más grave de ellos es el caso 4000, en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura favorable del portal Walla.
En el caso 1000, el primer ministro enfrenta la imputación por fraude y violación de la confianza por recibir regalos ilícitos valorados en 700,000 shekels (cerca de 183,000 euros) a cambio de favores.
Por otra parte, en el caso 2000, imputado por fraude y violación de confianza por acordar con ‘Yedioth Ahronoth’ debilitar al diario de la competencia ‘Israel Hayom’ –favorable a Netanyahu– a cambio de una cobertura más favorable al primer ministro en el primer medio.