¡COMPETIR Y TRABAJAR!
La destacada ejecutiva de negocios, Indra Nooyi ha estado en Guatemala para celebrar los 75 años de asociación con el grupo cbc.
John Robertson
(Revista Mundo Comercial, Cámara de Comercio de Guatemala)
Wall Street, New York – En una cena hace algunos meses, le pregunté a Indra Nooyi sobre la fuerza detrás de su éxito. Ella no lo pensó demasiado, y me dijo: desde que principié mi carrera profesional supe que entraba en un mundo en el que tendría que competir y trabajar. Nunca he dejado de hacerlo. Nada compleja la respuesta.
Sin embargo, aunque ella lo simplifica en dos cualidades que demuestran su tenacidad, la verdad es que para llegar a donde ha llegado, ha necesitado también de un talento especial, de un olfato de negocios como pocas personas muestran en el mundo.
Revistas como Fortune la han calificado como la ejecutiva más poderosa del mundo, y no se equivocan, porque ella ha sido capaz de dirigir con éxito la segunda potencia multinacional de refrescos, PepsiCo, la cual ha reorganizado y revitalizado como nadie antes, pero eso no ha sido producto de la improvisación, sino más bien, el resultado de una larga carrera de éxitos.
Ella recuerda con nostalgia sus primeros pasos en grandes grupos multinacionales. Cuando Johnson & Johnson la reclutó, ella tenía una maestría en negocios por el Indian Institute Management de Calcuta, pero entonces comrpobé que si quería escalar en una compañía grande, tenía que estar mejor preparada.
Más estudios y ascenso
Indra Nooyi nació en Madrás (India), y aunque su familia es conservadora, le apoyó para que viajara a Estados Unidos y continuara con su formación en la Universidad de Yale, en donde tenía beca y trabajaba por las noches como recepcionista para poder vivir. Fueron tiempos difíciles. A veces no me alcanzaba el dinero ni para comprar ropa, recuerda ahora con orgullo.
En efecto, cuando tuvo su primera entrevista de trabajo en la compañía Boston Consulting Group, tuvo que presentarse con un pantalón corto y saco largo. Tenía un aspecto espantoso, recuerda. Pero en la segunda entrevista un día después, lo hizo con su traje típico, el sari… y logró la vacante que buscaba.
No puedo decir la famosa frase lo demás es historia, porque hay demasiado que admirar y contar. Trabajó seis años en la división de proyectos internacionales de estrategia corporativa en The Boston Consulting Group, y luego no paró de escalar posiciones, en Motorola –Vicepresidenta y Directora de Estrategia Corporativa y Planificación–. Su nombre ya no era desconocido en el medio empresarial estadounidense. Luego vino el primer brinco importante, cuando la contrata Asea Brown Boveri, una empresa con sede en Zúrich.
Finalmente en 1994 se incorpora a PepsiCo. Dos años después ya es Vicepresidenta de Estrategia y Desarrollo Corporativos y sus ideas combativas y audaces principian a dar frutos a la gigante de refrescos y alimentos. En 2000 es nombrada Vicepresidenta y Directora Financiera, pero ya entonces es nombrada para el Consejo de Administración de la compañía.
En 2001 se convierte en responsable de las funciones corporativas de PepsiCo, en lo que ya se veía como una carrera hacia la cima. Trabaja en la optimización de procesos financieros, estratégicos y comerciales. Mira las plataformas corporativas y la innovación, así como las adquisiciones que se hacen a nivel global.
Los resultados se dan. Wall Street la admira, su rostro se vuelve recurrente en las noticias de negocios, hasta que finalmente es nombrada el 1 de octubre de 2006 como Presidente y CEO de la compañía. Está en la cima desde entonces, pero no ha dejado de competir y trabajar. Ahora con 61 años, repite una frase que dijo alguna vez antes: Comprendí que en Estados Unidos hay una meritocracia. Si uno hace bien su trabajo, si trabaja intensamente y es capaz, siempre te dan la oportunidad. No importa que seas hombre, mujer, india, argentina, alta o bajo…
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