Muere Larry Flynt, el magnate del porno de EE.UU.

«Muere el pornógrafo y campeón a su manera de la primera enmienda», así tituló este miércoles el diario The Washington Post la noticia de la muerte de Larry Flynt, el magnate del porno, fundador de la revista Hustler y autoproclamado defensor de la libertad de expresión. Tenía 78 años.

Su hermano, Jimmy Flynt, confirmó la muerte a TMZ. Según este sitio de celebridades, Larry murió de un paro cardíaco.

Flynt, un ardiente defensor de la libertad de expresión y figura mediática controvertida, lanzó en 1974 su revista pornográfica Hustler, competidora de Playboy a la que consideraba anticuada, por eso su propuesta destacaba por fotos muy explícitas y un tono deliberadamente escandaloso.

«Me di cuenta de que si nos volvíamos más explícitos podríamos obtener una gran parte de este mercado. Sentí que el sexo crudo era lo que querían los hombres. Y tenía razón», explicó en una entrevista recogida por el diario The Washington Post.

Luego desarrolló su imperio con otras publicaciones, estudios especializados en películas pornográficas y sitios web.

Demandas, cárcel, intento de asesinato

Su actividad como editor le deparó demandas, acusaciones, entradas en la cárcel por desacato e incluso ser amordazado por alguna que otra salida de tono ante un tribunal. Desde 1978 se movía en una silla de ruedas tuneada, chapada en oro y revestida de terciopelo, después de que Joseph Paul Franklin, un asesino en serie con 20 muertos a sus espaldas, le disparara.

Desertor de la miseria de Kentucky, que, gracias a la inteligencia de un buscavidas, el instinto callejero para los negocios y la fuerza cuando agotaba el resto de recursos, convirtió una red de bares de mala muerte de Ohio en el imperio que le encumbró a la fama. Y vaya si triunfó, si por triunfo puede considerarse que Hollywood se fijó en él.

Su vida quedó documentada en la película ‘El escándalo de Larry Flynt‘ (1996), protagonizado por Woody Harrelson en el papel del conocido empresario, con el que ganó una nominación al Óscar.

En 2000, el empresario incluso abrió un casino ‘Hustler’ en los suburbios de Los Ángeles, donde había vivido durante mucho tiempo.

En octubre de 2017, llegó a ofrecer, a página completa en el Washington Post, 10 millones de dólares a los que le proporcionarían cualquier información que condujera al juicio político de Donald Trump.

Era su «deber patriótico», decía este acostumbrado a polémicas y juicios, quien había construido su reputación y su fortuna a base de provocaciones.