Misuri ejecuta al primer preso de EE. UU. desde el comienzo de la pandemia

El estado de Misuri llevó a cabo la primera ejecución en Estados Unidos desde hace dos meses y medio, después de una pausa impuesta por la pandemia la pandemia de coronavirus.

El ejecutado fue Walter Barton, un hombre de 64 años condenado a muerte por el asesinato a puñaladas de una octogenaria en la localidad de Ozark en 1991, crimen que hasta el último momento negó haber cometido.

Sus últimas palabras fueron: «Yo, Walter ‘Arkie’ Barton, soy inocente, y están ejecutando a un hombre inocente». 

Los abogados de Barton presentaron una apelación de última hora ante la Corte Suprema de Estados Unidos para suspender la ejecución, pero el máximo tribunal rechazó la solicitud el 27 de abril pasado sin comentar el caso.

Debido a la irrupción de la pandemia de covid-19, el 5 de marzo se interrumpieron todas las ejecuciones en Estados Unidos.

La anciana, a quien el condenado conocía, manejaba una parcela de casas rodantes. Barton fue una de las tres personas que descubrieron su cuerpo apuñalado. 

Tras una larga saga judicial, Barton fue condenado en 2006 en base a rastros de sangre y el testimonio de un exdetenido, cuya fiabilidad disputan sus abogados.

Los abogados acudieron a la máxima Corte alegando que los argumentos de la condena fueron frágiles. Como prueba de ello, señalan que sus dos primeros juicios fracasaron sin conseguir un veredicto y los dos siguientes fueron anulados tras sendas apelaciones. Finalmente un quinto proceso condenó a Barton.

Cuando Misuri fijó fecha para la ejecución, en febrero, los abogados comenzaron a construir un nuevo caso basado en evidencia científica que dicen que refuta las pruebas de rastros de sangre. 

La ejecución se llevó a cabo en la prisión de Bonne Terre, Misuri. El gobernador de ese estado, el republicano Mike Parson, también denegó el lunes el aplazamiento de la ejecución. 

Un portavoz del Departamento de Cárceles de Misuri dijo que se comprobó la temperatura a los que ingresen a la prisión, donde no han surgido casos de COVID-19. Durante la ejecución se habilitaron tres áreas separadas para ubicar a los testigos para asegurar el distanciamiento social.

Otros estados ya habían cancelado ejecuciones por motivos ligados a los riesgos derivados del coronavirus. 

El gobernador de Ohio, Mike DeWine, informó que varios tribunales de Texas y Tennesse también adoptaron la medida, señalando en particular que las ejecuciones reúnen a demasiadas personas: guardias, abogados, testigos y familiares.

Los opositores a la pena de muerte se movilizaron por el caso Barton: «Walter puede ser inocente. La salud y la seguridad del público se verán comprometidas solo por llevar a cabo el espectáculo», denunció en su cuenta de la red Twitter una asociación de derechos civiles de Misuri que reclama alternativas a la pena de muerte.