Mirilla Latinoamericana: Ecuador siempre complicado

Por Danilo Arbilla

El «huasipungo» es un régimen que tiene sus orígenes en la época colonial»

Es complicado lo de Ecuador. El presidente Lenín Moreno no la tiene fácil.

Hace casi 50 años – septiembre de 1970- entrevisté al doctor José María Velasco Ibarra en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno en Quito. Le había pedido la entrevista cuando era presidente, pero me recibió siendo dictador. Velasco Ibarra fue electo presidente cinco veces. En dos trocó en dictador. Solo una vez completó su mandato institucional.

“Es gente muy sensible, hay que saberla manejar. Ha sido muy explotada, muy humillada”, me dijo de los indígenas ecuatorianos. Estos lo respaldaron muchas veces y otras lo repudiaron. Como ha venido ocurriendo.

 Por esos días aún aparecían avisos de venta de haciendas –de miles y miles de hectáreas–  con cientos y miles  de Huasipungos, pequeños lotes de terreno que el indígena cultivaba, con una choza y vivía con su familia. Cada Huasipungo significaba peones gratis –jefe de familia y resto– para el propietario. Se aseguraba que éste en casos tenía hasta derecho a la pernada (primera noche). Para el indígena “su” Huasipungo era sagrado. Por él peleaba.

Unos diez años después apareció el petróleo. Desde esa fecha, mas o menos, está subsidiado el combustible.

Los indígenas, organizados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONADE) son muchos y fuertes y   han tenido diferentes clases de  “huasipungos” por los cuales pelear a lo largo del tiempo: fuera por la reforma agraria y las nacionalizaciones, –petróleo, minería–  o contra los bancos, los chinos, los EEUU y siempre contra el FMI.

 Esta vez el lío es por la quita del subsidio a los combustibles que implicó un aumento del 123% del precio de la gasolina y el gas oil y por tímidos recortes a la burocracia estatal, las principales entre otras medidas propuestas por el FMI.

Son puntos fuertes en sí mismos y convocantes. El alza de los combustibles hoy golpea a todos, y a los de abajo aun peor  (pensar solo lo que implica en el transporte colectivo y precios de fletes). La burocracia por su parte defiende con uñas y dientes y con cualquier arma y artimaña sus privilegios. Siempre crecientes, en Ecuador y en cualquier parte del planeta.

 El gobierno de Moreno, en su propósito de reducir el déficit también ha tomado medidas contra los ricos. Combo completo. Muchos frentes a la vez, y, si bien la protesta no tiene un fin y origen propiamente político, se suma la predica de la oposición correísta. Por eso tuvo que dar marcha atrás pronto el presidente ecuatoriano.

Rafael Correa fue una rara avis que logró completar dos mandatos. En su momento disolvió el parlamento, luego inventó un golpe de estado, reprimió, recortó libertades, en particular la de expresión, mucho populismo, cadenas continuas e insultos a granel a sus opositores, mas reparto de plata dulce en un momento único de vientos favorables. Le salió bien, pero fundió al Ecuador. Se retiró a Bélgica, su segunda nacionalidad y allí permanece, ahora exiliado por estar requerido por corrupción. El se da el lujo de ironizar sobre la situación de su país desde las salas de la Unión Europea. Moreno lo acusa de ser uno de los inspiradores de esta protesta en sociedad con Maduro.

La cuestión es que Moreno, heredero de Correa, puesto por éste, atacó con éxito el problema de la corrupción de su antecesor. El tema económico le resulta mas difícil. La herencia es terrible. Las soluciones no son fáciles ni populares y las urgencias de la gente menos favorecida no son pocas. No puede ni esta dispuesta a ceder y esperar mucho .

Se informa que –mientras arden las calles, mas en la sierra (Quito) que en la costa (Guayaquil)– se solucionó el tema por la vía del diálogo. No fue un diálogo tipo Maduro u Ortega. No ha sido el camino elegido. Y eso ya es doblemente bueno.

Nota aparte:

Significado de Huasipungo

Huasipungo es una vocablo de origen de los quechua, cuya traducción se aproximaría a «lote de terreno» (huasi=casa y pungo=patio). Ciertamente, su existencia como tierra parcelada implicaba una relación premeditada de dependencia de su propietario, quien proporcionaba (según costumbre de la época) de provisiones a sus «huasipungueros» en canje por su trabajo sin paga.

Se denominaba «huasipungueros» a aquellos aborígenes dados en Encomienda a partir del siglo XVI o ya por costumbre aceptada en fecha posterior. Luis Cordero Crespo en el diccionario quechua-castellano/castellano-quechua dice «huasipungu» es aquella pequeña porción de tierra que el indígena labra alrededor de su choza y agrega ademas que huasi (casa) y pungu (puerta, entrada) significa valle de cerros o colinas que abre paso a un camino.​