Río de Janeiro, Brasil
Le sobraron ganas a Argentina, pero le faltó organización para poder pasar del empate 1-1 contra Paraguay en la Copa América-2019. Aunque sigue viva, la albiceleste, con Lionel Messi a la cabeza, está lejos del nivel que se le exige.
«Jugamos acelerados, erramos muchos pases. Nos faltó orden en defensa, sobre todo cuando atacábamos y ellos contragolpeaban rápido», resumió con franqueza el defensa Nicolás Otamendi al terminar el partido, que deja a Argentina última del Grupo B con 1 punto junto a Catar, aunque con posibilidades de pasar a cuartos.
Los argentinos habían dominado en el Mineirao a los paraguayos, pero encajaron contra todo pronóstico un gol de Richard Sánchez fabricado por Miguel Almirón con una contra fugaz que dejó plantados a los defensas gauchos.
Messi empató con un penalti señalado tras consultar con el VAR y metió a la alicaída Argentina en el partido, que podría haberse desequilibrado de nuevo en su contra si la mano del portero Franco Armani no hubiera atajado el penalti rematado por Derlis González. Hasta el final le pusieron empeño, sin brillo, sin frutos.
Los 90 minutos volvieron a dejar en evidencia el mal crónico de Argentina: que Messi está solo, que le faltan compañeros de orquesta, de esos que hacen que la sinfonía sea perfecta, como esa que suena a menudo en el Barça.
Y eso que el joven e inexperto DT Lionel Scaloni buscó una nueva fórmula. Dejó fuera del once inicial a Sergio ‘Kun’ Agüero y Ángel Di María y formó con cuatro nuevas caras -Milton Casco, Roberto Pereyra, Rodrigo De Paul y Lautaro Martínez- para rodear a Messi.
– Sin chispa –
Pero no hubo chispa. El ’10’ hizo su papel. Bajó entre líneas a por el balón, a intentar trazar sus diagonales letales, a buscar la triangulación con Martínez, con Giovani Lo Celso, y nadie respondió. Mucho error no forzado, demasiada indefinición en los últimos metros. Los pitidos de la grada dan fe de ello.
Tampoco cambió demasiado el panorama cuando Scaloni dio entrada al ‘Kun’, muy errático, y a Di María, nada peligroso. La posesión fue, en la última media hora, casi totalmente para Argentina. Paraguay había renunciado al juego, se encerró y aguantó como pudo.
Ahora se lo juega todo ante Catar, la selección invitada que sorprendió con mucha solvencia a Paraguay y que con Colombia el miércoles aguantó hasta que casi al final encajó un gol (un cabezazo de Duván Zapata tras una divina rosca con el empeine de James). El campeón de Asia está muy lejos de ser una presa fácil y en ese último round no tienen cabida las vacilaciones.
«Sabemos que tenemos que estar al cien por cien y que ahora en la última fecha demos todo lo que tengamos para poder pasar de fase», dijo Lautaro Martínez.
– La mano de Armani –
El resultado es muy mediocre para un peso pesado como Argentina, pero para Armani es una pequeña victoria personal.
«El penalti fue importantísimo, era un momento muy difícil para nosotros», dijo el arquero, campeón de la Copa Libertadores con River Plate y antes con el colombiano Atlético Medellin.
El alto portero, en River desde 2018, venía siendo criticado por sus actuaciones, y su atajada de la pena máxima y otras que hizo le devuelven confianza.
«Siempre estuve tranquilo. Fue difícil al principio, pero seguí trabajando y siempre pienso que las cosas se van a dar. Hoy tuve la suerte de poder atajar ese penal, que le sirvió al equipo para lograr un punto», expresó.