Aunque el multimillonario neoyorquino quiera ocultarlo, es innegable la crisis interna en el Partido Republicano. El último mes ha puesto cuesta arriba la carrera presidencial para el bando conservador a causa de los deslices de su candidato presidencial y por eso decidieron retirarle su apoyo en campaña a falta de un mes para las elecciones.
Donald John Trump lleva 16 meses de realizar campaña y de ser la sorpresa a nivel mundial. Pero los últimos 16 días podrían ser su prueba de fuego, o de lo contrario sería lo más cercano que ha estado del Despacho Oval estadounidense. ¿Por qué ha cambiado tanto el escenario en menos de un mes si estaba a punto de superara a su rival demócrata? Los números hablan por sí al observar que ha perdido apoyo de su propio partido y los escándalos sí que le han afectado.
Del 25 de septiembre al 10 de octubre pasaron dos debates presidenciales, y dos declaraciones calificadas de lamentables de Donald Trump, los cuales son suficientes e imperdonables para el Partido Republicano. Si bien es cierto, Hilary Clinton no apuntó toda su artillería para atacarlo, pero sí dejó que el magnate se expresara como quisiera, lo cual le hizo perder puntos importantes y que al parecer le restaron el apoyo de los votantes de indecisos, pero sobre todo del propio partido.
El tiro de gracia aún no ha llegado, pero el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ya dijo que no lo apoyará más en lo que resta de la campaña. A él se suman Jhon Kasich, Carly Florina, quienes aspiraron a la nominación republicana. También Jhon McCain, senador y excandidato presidencial. Junto a ellos varios senadores, gobernadores y exfuncionarios han hecho pública su rechazo a la candidatura del empresario que califican como una amenaza para la tradición de su partido y su visión de la nación norteamericana.