MANFREDO MARROQUÍN: “El reto es desmantelar y expulsar a las mafias”

  • Guatemala vive la peor crisis de la democracia que se ha visto en la historia reciente. La falta de un sistema de justicia independiente ha permitido que la corrupción y la impunidad controlen los poderes del Estado y, para colmo de males, el proceso electoral también sufre de una judicialización selectiva que pretende prolongar el sistema imperante.  Sobre los temas de esa actualidad trata esta entrevista con Manfredo Marroquín

Pocas personas conocen tanto sobre la corrupción, sus raíces, actores y efectos, como Manfredo Marroquín, fundador de la ONG Acción Ciudadana, creada para promover la transparencia en el manejo del gasto público y fomentar que la ciudadanía cobre conciencia sobre esta necesidad. Hoy, él es uno de los señalados por el Ministerio Público (MP), en busca de intimidarle.

 Acción ciudadana tiene dos décadas y media trabajando en la lucha anticorrupción, aunque es blanco del oficialismo y sus aliados desde la administración de Jimmy Morales, quien fue el encargado de principiar la construcción del muro de impunidad que ahora se ha consolidado bajo la administración de Alejandro Giammattei.

Marroquín considera que la corrupción no tiene ideología, y como tantos analistas independientes –locales e internacionales–, compara lo que sucede en Guatemala con dictaduras como las de Daniel Ortega (Nicaragua) y Nicolás Maduro (Venezuela).

Como se ha dicho y repetido, el peor efecto que tiene la corrupción en cualquier país, es que impide que haya un desarrollo integral, lo que explica la situación que vive Guatemala, con uno los peores índices en materia de Desarrollo Humano en toda la región latinoamericana.

De estos y otros temas de actualidad conversó Manfredo Marroquín con Crónicaa poco menos de un mes de la elección en segunda vuelta del próximo presidente(a) de la República.  Aquí lo más importante de sus declaraciones.

¿Estamos ante la peor crisis de la democracia en este momento en Guatemala?: Definitivamente. Estamos en la etapa de metástasis de la corrupción que invadió todas las instituciones del Estado. De la mano de políticos inescrupulosos se fueron alejando a las instituciones de su misión institucional hasta convertirlas en simples cajas de pago de su insaciable apetito de saqueó.

¿Qué dice Transparencia Internacional sobre la corrupción en Guatemala?… y, ¿cuál es la causa de tanta corruptela?: En la última década, Guatemala es el país que más ha descendido en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) en la región latinoamericana, solamente solo comparado con Venezuela y Nicaragua que tienen los índices más altos de percepción de corrupción. En Transparencia hay preocupación porque el país ha perdido las capacidades institucionales para combatir la corrupción y eso es una amenaza para la gobernabilidad del país. La cooptación de la justicia ha permitido que a Guatemala lo

gobierne la corrupción

¿Cuáles son las consecuencias de tanta corrupción?: La consecuencia más visible es el abandono de las funciones inherentes al Estado, lo que ha dejado a la población desprovista de los servicios básicos mínimos para asegurar su bienestar. Hemos sido testigos que como la corrupción también mata en casos de salud y pésima infraestructura. La verdad que en un país pequeño como Guatemala la corrupción frena cualquier posibilidad de desarrollo.

Organismos internacionales, países amigos y sectores sociales del país han denunciado que en Guatemala no hay justicia independiente.  ¿Es tan cierto es esto?: No solo no hay justicia independiente, hay justicia cooptada por mafias políticas que la instrumentalizan para garantizarse impunidad. Como todos sabemos la falta de un mínimo estado de derecho no solo entroniza a los criminales en los puestos más importantes de representación que es lo más visible; también ahuyenta la inversión extranjera que no quiere verse sometida al chantaje y extorción que ejercen estos grupos. En pocas palabras la ausencia de justicia cierra todos los caminos al desarrollo económico, social y político.

¿A quién o a qué fuerza oculta responden el MP –fiscales y la fiscal general–, magistrados de las cortes y jueces en este momento?: Responden a lo que en Guatemala se denomina el Pacto de Corruptos que es la alianza de fuerzas que se unió para expulsar la Cicig del país y tiene como agenda impedir que haya justicia independiente en Guatemala. En otras palabras, su agenda es asegurar que sus negocios gocen de impunidad y no rendir cuentas a nadie.

¿Es justo y correcto comparar lo que sucede en Guatemala con el control institucional de parte del oficialismo, es parecido a lo que sucede en Venezuela y Nicaragua?: Las mafias políticas no tienen signo ideológico. Se visten de ideología porque no les conviene ser vistos como simples saqueadores. Por eso no hay diferencia entre lo qué pasa en esos países y Guatemala. Gobiernan para saquear y el signo ideológico es una simple fachada.

Usted es blanco constante de la Fundación Contra el Terrorismo. Cómo mira el rol de este grupo en dos campos específicos: los procesos judiciales ­–en los que participa antes, durante y después de que cada caso– y, en la desinformación que produce por medio de redes sociales y sus NetCenters: Son instrumentos de la mafia gobernante. Así como en antes se usaban escuadrones ahora se usan estos aparatos cuasi terroristas. En cualquier democracia real un grupo como estos no podría funcionar como ocurre actualmente en

Guatemala.

De cara a la segunda vuelta electoral.  ¿Cómo mira el ambiente que se ha creado por parte del MP en la judicialización de la política? ¿Cuál sería su finalidad?: La finalidad de las acciones judiciales sobre el proceso electoral hay que verlas en dos momentos diferenciados. En un primer momento, antes del 25 de junio, se buscaba asegurar que no participara nadie que amenazara el statu quo de allí que las acciones judiciales buscaron expulsar a contendientes no controlados. A partir del 26 de junio, las acciones judiciales buscan dos objetivos: desacreditar el proceso que no obtuvo el resultado deseado y dos instaurar la narrativa de fraude para manchar la inminente presidencia de Bernardo Arévalo.

Uno de los problemas más graves que se está creando a nivel social en todo el mundo, es la desinformación por medio de redes sociales.  ¿Estamos viendo eso en Guatemala? ¿Cómo?: El principal reto que tiene el gobierno entrante es desmantelar y expulsar a todas las mafias que han tomado para si las instituciones del Estado.

¿Cuáles son los principales desafíos que debería enfrentar quien resulte ganador del balotaje del 20 de agosto?: Ningún gobierno puede tener resultados de cara a la población mientras siga dando espacio y toma de decisiones a estas mafias. Si estas continúan dirigiendo las instituciones, el nuevo gobierno será simplemente uno más como los anteriores. Como no es una tarea menor, el nuevo gobierno tiene que hacerse acompañar de la población para ganarle la batalla a las mafias, informando y justificando sus decisiones que serán boicoteadas por el Pacto de corruptos.

Por último: un brevísimo resumen de cómo calificaría usted los gobiernos desde que se volvió a la vía democrática en 1986:  Todos los gobiernos desde 1986, en mayor o menor grado, aceptaron cogobernar con las mafias saqueadoras. Por eso no hemos visto que haya mayor diferencia entre el legado de uno y otro. Eso tiene que ver con que los liderazgos de dichos gobiernos eran flojos y acomodaticios por decir lo menos. Guatemala necesita de un presidente que se enfrente a las mafias que la tienen secuestrada y devuelva a la gente el Estado que le robaron.

¿Qué es Acción ciudadana?Acción Ciudadana

Acción Ciudadana (AC) es una organización de la sociedad civil que se constituyó para fomentar una ciudadanía consciente y comprometida y para promover la transparencia en la gestión pública. La visión de AC es construir una sociedad en donde la transparencia y la participación ciudadana se practican, dando sustento a la Democracia. Con 25 años de trabajo, somos la organización líder en la lucha contra la corrupción en Guatemala.

Hace más de 25 años, el término transparencia no formaba parte del lenguaje cotidiano en los asuntos de interés. Tampoco existían estudios o diagnósticos sobre la corrupción como fenómeno sistémico en nuestra sociedad. Incluso en 1998, cuando por primera vez Guatemala fue medida en el Índice de Percepción de Corrupción (ICP) de Transparencia Internacional, las autoridades de turno se negaban a reconocer la existencia tan extendida de este fenómeno.