MACRI, EL TRIUNFO EN ARGENTINA DE LA TERCERA VÍA… El fin del Kirchnerismo

Termina una era en Argentina. Tras doce años, finalmente en la Casa Rosada habrá un gobernante que no lleva el apellido Kirchner, pero, más allá de eso, se esperan cambios profundos en las políticas internas, lo mismo que un giro en la política exterior, que repercutirá en el grupo Alba, Mercosur y Unasur.
Valentina Ledesma
Buenos Aires – El triunfo en las urnas el pasado domingo del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, trae cambios profundos para Argentina, si bien es cierto que lo corto de su victoria no le permite pensar que recibe un cheque en blanco, sino más bien, un país profundamente dividido en lo político, pero con una marca clara: el fin del kirchernismo.
En medio de un escenario plagado de desafíos, Macri asumirá el cargo el 10 de diciembre y, de inmediato, deberá trabajar en sanar las heridas y divisiones sociales que han dejado 12 años de Gobierno de los esposos Kirchner –Néstor y Cristina–. Apenas unos días después, asistirá a su primer encuentro con sus colegas del Mercosur, en donde cambiará el discurso argentino.
El frente Cambiemos y Macri no la tendrán fácil, sobre todo, porque deberán gobernar con una minoría en las dos cámaras del Congreso y trabajar con una mayoría de gobernadores de oposición, lo que le obliga a buscar alianzas con el bloque de Sergio Massa para legislar y con la liga de gobernadores peronistas en el plano nacional.
Tampoco hay que olvidar que durante estos años de kirchernismo, el sindicalismo fue un arma utilizada por los gobernantes para sus confrontaciones sociales. Hay divisionismo en su dirigencia, algo que seguramente Macri aprovechará para intentar una unificación sin confrontación. El país necesita dejar a un lado las confrontaciones y avanzar en la solución de problemas, ha dicho el nuevo presidente en su afán por mostrar su lado conciliador.

Entre el bien y el mal
Para analizar los doce años de kichernismo, hay que ver los logros y fracasos, o aspectos negativos que deja, aunque, como siempre ocurre, la calificación de bien o mal difiere según la ideología del analista.
Por ejemplo, para los activistas de derechos de género, el haber aprobado el matrimonio de parejas del mismo sexo y la Ley de Identidad de Género –que permite que travestis y transexuales sean inscritos en sus documentos de identificación con el nombre y sexo de su elección–, son dos acciones plausibles. Sin embargo, los sectores más conservadores manifestaron su disgusto.
En lo que hubo consenso social, es en la ley que castiga el trabajo infantil y la regulación de las empleadas domésticas. En derechos humanos, los avances fueron significativos, con la anulación de la llamada Ley del Perdón y la declaración de inconstitucional del indulto a los jefes militares durante las dictaduras. En estos doce años, más de 2.500 personas fueron acusadas por delitos de lesa humanidad.
También se destaca que en este tiempo fueron encontrados 117 hijos desaparecidos, incluyendo el nieto de Estela de Carlotto, Abuela de la Plaza de Mayo.
La lista de beneficios sociales concedidos durante esta época es significativa, porque se incrementaron la cobertura de los fondos sociales y el monto de la jubilación mínima, además de lograr el crecimiento de emplos, aunque no de manera significativa.
En política exterior, el kirchernismo contribuyó fuertemente a la integración sudamericana en el Mercosur, pero sus estrechas relaciones con Hugo Chávez y Nicolás Maduro le alejaron de Washington, lo que algunos aplauden, mientras otros le critican.
Entre las cosas negativas que ha dejado este período, está la forma en que se exacerbaron las pasiones ideológicas. Eso explica la división del voto también. Al igual que lo que se ha visto en Venezuela, Ecuador y Bolivia, la estrategia de los Gobiernos ha sido fomentar la división social, lo que ha permitido crear virtuales dictaduras con el apoyo de los sectores menos favorecidos.
Esa grieta que se ha abierto entre los argentinos, es tal vez el mayor problema que deberá enfrentar Macri, porque necesitará urgentemente obtener resultados económicos que beneficien a las mayorías.
La corrupción ha sido también otra marca de los Gobiernos de los esposos Kirchner, que se reflejó en la cantidad de funcionarios que han sido sometidos a juicios. Por cierto, las relaciones con el sector justicia tampoco han sido amigables, lo mismo que con la prensa. La famosa Ley de Medios ha sido sometida a la ley, y varias acciones contra la prensa se han detenido por medio de recursos judiciales.
Pero tal vez el caso que más ha sonado y afectó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es el caso Nisman, llamado así por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba a la presidenta por entorpecer la justicia. Aún no se han esclarecido totalmente las condiciones en las que Nisman murió, pero pocos creen en el suicidio, pues recuerdan que su cadáver se encontró con un tiro en la cabeza, apenas dos días después de presentar la acusación formal en contra de la gobernante.

Macri, al rescate
Ahora, los seguidores de Macri esperan que llegue al rescate, que haga valer el peso de Argentina en Mercosur, lo que significa que Maduro, Rafael Correa y Evo Morales han perdido a su más poderosa aliada en la región. El nuevo presidente ha dicho, incluso, que invocará la Carta Democrática de Mercosur para exigir que cese la persecución de líderes políticos de oposición en Venezuela.
Entre las primera tareas, Macri se ha impuesto estrechar las relaciones comerciales con Brasil, razón por la que su primera entrevista oficial será con la presidenta Dilma Rousseff.
Macri se muestra optimista ante la oposición política y considera que tendrá las fuerzas necesarias para avanzar en el plano legislativo, una posición que los analistas no comparten.
Queda por ver el futuro de Cristina Fernández de Kirchner, quien deja el cargo en medio de una popularidad menor que la que le acompañó durante los doce años que se mantuvo en o cerca del poder absoluto.
Argentina optó por el cambio, pero cerca de la mitad del electorado estuvo a favor del continuismo. En una Argentina dividida, lo que se espera es que el liderazgo de Macri sea lo suficientemente fuerte para evitar que el país entre en una crisis social y política.
Aunque con poco margen, Mauricio Macri ganó las elecciones que pusieron fin a 12 años de la pareja Kirchner.