El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este jueves que sospecha que el presidente Jair Bolsonaro «inventó» tener coronavirus para «hacer propaganda» de la cloroquina.
«Creo que Bolsonaro inventó que estaba contaminado para hacer propaganda del remedio», dijo el exmandatario de izquierda (2003-2010) en una rueda de prensa virtual con corresponsales extranjeros en Sao Paulo. «No sé si es socio, pero se comporta como si fuese el dueño de la fábrica que produce ese remedio e intenta venderlo», agregó.
Lula, de 74 años, calificó de «irresponsable» al mandatario de ulraderecha por su gestión de la pandemia. «Por eso estamos viviendo esta situación, de la que no veo una salida a corto plazo», afirmó.
Bolsonaro, de 65 años, anunció el 7 de julio haber sido diagnosticado con covid-19 y cumplió su agenda desde su residencia oficial en Brasilia hasta el 25, cuando dijo haber resultado negativo para la enfermedad.
Durante ese período realizó varias apariciones públicas en las que mostraba una caja de hidroxicloroquina, un medicamento cuya eficacia contra el coronavirus no está científicamente demostrada.
Este jueves, la Presidencia anunció que la primera dama, Michelle Bolsonaro, también dio positivo para el nuevo coronavirus.
Desde el inicio de pandemia, que ya dejó más de 90,000 muertos en Brasil, Bolsonaro criticó las medidas de confinamiento decididas por los gobernadores, por su impacto económico, y llegó a calificar a la enfermedad de «gripecita».
Lula, confinado desde marzo en su apartamento en Sao Bernardo do Campo, en las afueras de Sao Paulo, también cuestionó la relación de Bolsonaro con su par y modelo estadounidense Donald Trump.
«Bolsonaro se comporta, el Ministro de Relaciones Exteriores [Eduardo Araújo] se comporta como un chupamedias (…), nunca vi una dependencia y un servilismo como el del gobierno Bolsonaro con Estados Unidos», dijo el líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT).
La perspectiva de que el republicano Trump sea derrotado por el demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre podría dar otra perspectiva a algunos aspectos de la relación bilateral entre las dos mayores economías del continente, según Lula.
«Un nuevo gobierno [en EEUU] podría cambiar de actitud y exigir que Brasil respete la democracia, los derechos humanos y [adopte] una política que evite la deforestación de la Amazonía», afirmó.
Lula, que dejó el gobierno en 2010 con altos índices de popularidad, espera en libertad el resultado de un recurso contra una pena de casi 9 años de cárcel por corrupción, que cumplió parcialmente entre abril de 2018 y noviembre de 2019.