Los números no nos presagian nada bueno…

Redacción de Crónica

Cuando Guatemala por fin venció en un juego oficial de eliminatoria mundialista a Estados Unidos, el optimismo soltó al vuelo las campanas de una clasificación para la hexagonal rumbo a Rusia’18, pero la Selección Nacional no pudo repetir su buen momento al perder como visitante ante los estadounidenses, que vengaron así la derrota sufrida antes.

Ahora, las posibilidades de Guatemala se ven lejanas, partiendo del hecho de que únicamente restan dos partidos para terminar la cuadrangular por el Grupo C de Concacaf, y uno de ellos es nada menos que contra Trinidad y Tobago el 2 de septiembre, pero en calidad de visitantes.

La derrota en el Mapfre Stadium deja pendiente de un hilo el sueño de la afición de lograr el pase a la ronda final, que se contenderá el próximo año entre los dos primeros lugares de las tres cuadrangulares disputadas en esta cuarta ronda eliminaria del área Norte, Centro y del Caribe.

Guatemala complicó su clasificación con la derrota como local frente a los trinitarios (1-2) el 13 de noviembre anterior. Fue uno de los últimos juegos que la Selección Nacional disputó de la mano del técnico argentino Iván Sopegno y, aunque el timón lo tomó con éxito el nacional Walter Claverí, la complicación ya era grande, sobre todo, por esta doble confrontación con los estadounidenses, a los que se les debía arrancar, precisamente, los 4 puntos que no se lograron.

Mal sabor de boca crearon las autoridades de la Fedefut y los propios jugadores Hamilton López y Carlos el Pescado Ruiz por el torpe retraso para tener en orden sus papeles para viajar.  El primero, por falta de visa estadounidense y el segundo, por un arraigo dictado por un juez de familia.

Finalmente, y a última hora, las autoridades, e incluso funcionarios del gobierno, intervinieron y lograron que ambos viajaran entre lunes y martes, pero no estuvieron a punto para ser tomados en cuenta en la alineación inicial.

El camino que queda

sele papa

Con los resultados de la cuarta de seis fechas en la cuadrangular del Grupo C, Trinidad y Tobago mantuvo la primera posición con 10 puntos,  pero Estados Unidos escaló al segundo lugar con 7 puntos, mientras Guatemala quedó con los mismos 6 puntos.  La lucha ahora se presenta cuesta arriba.

El mayor problema es el señalado.  La visita a Trinidad y Tobago en septiembre vuelve ese juego de vida o muerte, con ningún margen de error y, aun así, sin depender de nosotros mismos en los resultados.

Veamos: Si se pierde en la visita a Puerto España y Estados Unidos gana su juego ante San Vicente, Trinidad haría 13 puntos y Estados Unidos 10, por los 6 puntos nuestros.  Las matemáticas no mienten, y los dos primeros estarían clasificados antes de la última fecha y nosotros, una vez más, al margen de esa ronda final, convertida en realidad en la meta por alcanzar.

Si Guatemala empata en esa visita a Trinidad y Tobago, las posibilidades existen, aunque mínimas.  Los trinitarios alcanzarían 11 puntos, Estados Unidos sumaría 10 puntos y Guatemala se vería rezagado con 7 puntos. Un empate estadounidense en el juego final de locales contra Trinidad —que está dentro de la lógica— cerraría todas nuestras posibilidades, aun ganado el juego contra San Vicente.

En cambio, si se gana a Trinidad, el panorama es diferente. Los caribeños se quedan con 10 puntos, Estados Unidos —suponiendo que gana a las islas—, llegaría también a 10 puntos, y Guatemala a 9 puntos, lo que deja abiertas las posibilidades para los resultados del último juego.

El camino rumbo a Rusia’18 está muy complicado, porque obliga a una victoria de vista en Puerto España, lo único que mantendría con esperanzas a Walter Claverí y sus muchachos.  Si se pierde contra Trinidad estamos fuera y el empate nos coloca en una situación casi desesperada. La victoria es el único camino si se quiere pensar en ir a Rusia.

Contra la historia

sele usa-vs gua

Aun clasificando a la ronda hexagonal final por el área de Concacaf, Guatemala seguiría jugando en contra de su propia historia, tomando en cuenta que nunca antes se ha logrado llegar a una Copa del Mundo a nivel mayor.

Sin embargo, teniendo en consideración que tres equipos clasifican automáticamente y uno más puede optar por medio de un repechaje, pues hay que decir que se volvería a tener esperanzas para romper con la cábala, como se rompió al ganarle precisamente a Estados Unidos el Viernes Santo pasado.

En Centroamérica, solamente Nicaragua y Guatemala no han clasificado a un torneo mundialista. Costa Rica sigue siendo el líder en la región en participaciones al más alto nivel, seguido por Honduras, El Salvador y, más recientemente, Panamá. Estos son los países que han dominado el fútbol centroamericano en los últimos 30 o 40 años.