La Alta Autoridad de Salud (HAS) de Francia ha concluido que los menores de 55 años que hayan recibido ya una primera dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca contra la COVID-19 deberán recibir la segunda inyección con un fármaco desarrollado a partir de ARN mensajero, en las que encajan los de Pfizer/BioNTech y Moderna.
Más de 500,000 personas se verán afectadas por este cambio, que responde a las dudas surgidas en las últimas semanas sobre los efectos de la vacuna de AstraZeneca. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) reconoció como un efecto raro los casos de trombo, pero incidió en que los beneficios superan en cualquier caso a los riesgos.
La HAS mantiene que son necesarias dos dosis para mejorar la inmunidad, pero no ve ningún problema en combinar vacunas e incluso lo recomienda, según su último informe. «Da respuestas inmunitarias que son más importantes que cuando se utiliza dos veces la misma vacuna», ha alegado la agencia, según la televisión pública gala.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, ve «completamente lógico» el criterio anunciado este viernes y ha prometido en declaraciones a RTL que todos los afectados –en su mayoría trabajadores sanitarios vacunados en febrero– recibirán la segunda inyección «a tiempo», es decir, unas doce semanas después de la primera.