LEY PROBOSQUE “SE APUNTALAN ESFUERZOS PARA ATENDER CRISIS AMBIENTAL”

Raúl Maas, director del Observatorio
Ambiental de Guatemala

El sector ambiental y forestal del país ve con satisfacción la aprobación de la Ley de Fomento al Establecimiento, Recuperación, Restauración, Manejo, Producción y Protección de Bosques, también conocida como Ley Probosque, ya que ayudará a combatir la deforestación del país, que alcanza al año 132 mil hectáreas, dice Maas. 

Rodrigo Pérez, rperez@cronica.com

¿Cómo ven la aprobación de la ley probosque? En principio, sorprendidos positivamente.

 

¿Por qué? Porque con la actual coyuntura  política y en el marco del quehacer del Organismo Legislativo, ha sido sumamente sorpresivo que el segundo decreto que aprobaron este año sea la Ley Probosque.

 

¿La coyuntura política  que viene desde abril podría haber influido? No le sabría responder, ya que en la coyuntura política lo que menos afloraba era el tema ambiental; era más de corrupción  e impunidad.

 

¿Por qué ven positiva la ley?  Porque una de las preocupaciones del sector ambiental radicaba en que el Programa de Incentivos Forestales –PINFOR- y el Programa de Incentivos Forestales, para Poseedores de  Pequeñas Extensiones de Tierra con Vocación Forestal o Agroforestal –PINPEP-, estaba llegando a su fin, debido a que la ley forestal, creada en 1996, indicaba que estos tenían una duración de 20 años.

 

¿Quién administra los incentivos? El Instituto Nacional de Bosques –INAB-, que es una dependencia del Ministerio de Agricultura.

 

¿Qué se busca con los incentivos? Promover la reforestación de las áreas que carecen de cobertura forestal. También se enfoca en la necesidad de promover una masa forestal para ser industrializada. Además, tiene una pequeña vertiente en el campo de asegurar la conservación de ecosistemas forestales estratégicos.

 

¿Cómo se incentiva la reforestación en el PINFOR? Durante 5 años, el Estado se compromete a entregar un apoyo económico de Q15 mil por hectárea a aquellas personas que pudieran certificar la propiedad de la tierra.

 

¿Cada cuánto? El monto es dividido en cinco años. La erogación es más fuerte en el primero: Q6 mil por hectárea, aproximadamente, ya que es cuando se pagan todas las inversiones para la reforestación. Con el paso de los años, el monto va disminuyendo, pues se asume que  los siguientes años son de mantenimiento y los costos son menores.

 

¿Bajo qué condiciones? Que puedan acreditar la propiedad de la tierra, que sean tierras de vocación forestal, y que el proceso de reforestación asegure un prendimiento del 95 por ciento.

 

¿A los propietarios se les paga Q15 mil por hectárea, por establecer un bosque?

Un árbol llegar a su edad productiva, en promedio, a los 30 años; es decir, que solo los van a apoyar los primeros 5 años. Luego, el dueño  del bosque deberá ver cómo financia el resto de los 25 años.

Al final de ese tiempo, ¿el propietario vende  la madera? Esa  es la idea.

 

¿Qué tipo de árboles deben plantar?

Uno de los principales objetivos es generar un masa forestal que pueda abastecer a la industria maderera. Esto quiere  decir que las prioridades están enfocadas en especies que sean de alto rendimiento en el sector industrial. Fundamentalmente pino y las diferentes variedades que tiene el país.

 

¿Qué gana el Estado?  Digamos que sigue apuntalando los esfuerzos para atender la crisis ambiental que genera la deforestación.

 

¿Cuál es esa crisis y cómo se manifiesta?

La deforestación obedece a la sustitución de bosques naturales por otro tipo de usos de la tierra, como agrícola, industrial, inmobiliario; asimismo desarrollo de infraestructura, como carreteras. La última medición de deforestación en el país, que se hizo entre el 2005 y el 2010, evidenció que era de 132 mil hectáreas de bosque al año.

 

¿Cómo se puede dimensionar esa pérdida? Eso equivale a la pérdida de 19 campos de fútbol por hora, asumiendo que un  campo de fútbol tiene 100 metros de largo y 80 de ancho.

 

¿Esa deforestación se genera a pesar de los incentivos forestales? Todavía no estamos en capacidad de cerrar la brecha, porque, si bien es cierto que se deforestan 132 mil hectáreas al año, cada año el país reforesta 10 mil hectáreas de bosques.

 

¿Esa reforestación incluye los bosques que se siembran con los incentivos que ya se venían dando?  La reforestación, en este caso, obedece a los incentivos forestales.

 

¿Hay otra cosa que destaque de esta ley? Lo más significativo es la continuidad.

 

Usted comentaba que esa inversión del Estado ayuda al sistema ambiental… ¿Cómo? Si tenemos bosques, podemos asegurar que algunos servicios ecosistémicos van a seguir operando.

 

¿Como cuáles? La regulación del ciclo  del agua y minimizar los riesgos por derrumbes, deslaves y erosiones y ayudar a preservar la diversidad biológica.

 

¿Hay algo malo que vean en cómo quedó la ley?  En este momento no lo podría decir. En el sector forestal, todos estamos muy entusiasmados. Pero no podría afirmarlo o negarlo.

 

¿Cuáles son las regiones del país más afectadas por la deforestación? En Petén, Izabal y Quiché se puede ver el avance  de la frontera agrícola sustituyendo  los bosques. Sin embargo, hay otros departamentos, como Guatemala y Chimaltenango, donde no hay  un frente de deforestación, sino focos de deforestación.

 

¿Un foco es awlgo más pequeño? Son más pequeños, pues el bosque está ahí un día, pero al otro día no…  y en ese espacio se construye un residencial, por decirle  algo. De hecho, los departamentos de Guatemala y Chimaltenango  son los que tienen más afectación por estos focos de deforestación, derivado del desarrollo de la industria inmobiliaria, que es diferente, pero igualmente impactante.

 

¿Por qué? Porque el departamento de Guatemala, en la última medición que se hizo, del 2005 al 2010, perdió el 30 por ciento de la cobertura forestal. Son  igual de graves las consecuencias.

 

¿Hay otros focos de deforestación que se pueden mencionar? Los focos están presentes y dispersos en todo el país. En algunas áreas con mucha más claridad.

 

El PINFOR, al que se le da continuidad con esta ley, ¿dónde ha tenido más impacto? En Izabal y las Verapaces.

 

¿Por qué en las Verapaces? Es la región del país que tiene el mayor potencial forestal por las condiciones del clima, por  las especies que ahí crecen, por los tamaños de la propiedad de la tierra.

 

¿Qué es el PINPEP? El PINFOR tiene unos requisitos muy claros; y uno de los temas más controversiales es el título de propiedad, en un país donde esto no  es una constante. El PINPEP es el programa de incentivos forestales para pequeños propietarios de tierra. Aquí, los montos son menores, pero ahora no me acuerdo de  cuánto. Pueden darse a espacios menores de una hectárea, y la propiedad de la tierra puede refrendarse otro tipo de títulos.

 

¿Como cuáles? Por ejemplo, un título comunitario o uno que la haya dado la municipalidad.

 

¿Dónde ha pegado más el PINPEP?

En el altiplano occidental. Además, acepta no solo bosque natural, sino también sistemas frutales.

 

¿La ley establece una asignación presupuestaria? En la ley hay una asignación obligatoria que tiene que aparecer en el Presupuesto de la Nación. Eso obliga a otro tipo de batallas legislativas o institucionales para asegurar que esos recursos económicos lleguen al Instituto Nacional de Bosques –INAB-, para que los pueda distribuir. A lo largo de estos 20 años, ha sido una batalla que las distintas gerencias del INAB han  tenido que librar y, quizá, la que mayor parte de su gestión administrativa ha ocupado.

 

¿Cómo hacer para que se cumpla la ley?

La auditoría social es el instrumento que, por lo general, ha utilizado el sector forestal.

La normativa aprobada, dice Maas, también tiene como objetivo generar una masa forestal para abastecer a la industria maderera.