En plena época de distanciamiento social para luchar contra el nuevo coronavirus, una pareja de restauradores suecos lanzó la curiosa idea de un restaurante que recibe a cenar… a un solo cliente, en medio de la naturaleza, y que es servido mediante una tirolina.
Bautizado «Bord för en» en sueco («Mesa para uno»), este atípico establecimiento a cielo abierto permite al cliente «dejar de lado la preocupación» durante la cena, según sus creadores.
«Está muy bien no tener que pensar por una vez ¿voy a contagiarme del virus? ¿soy un riesgo para los demás? «, explica a la AFP Linda Karlsson, de 36 años, copropietaria con su marido Rasmus Persson de este micro-restaurante ubicado en el corazón de una llanura en el Värmland (oeste de Suecia).
Confortablemente instalado en una mesa de mantel blanco, David Nordström, que llegó en bicicleta de Karlstad, a unos 50 km de ahí, saborea su cena con la naturaleza como única compañía.
En el menú: caviar de algas, puré de zanahorias amarillas y de jengibre, además de arándanos locales. Todo ello servido gracias a una tirolina, para respetar el distanciamiento social.
«No había comido en el exterior de mi apartamento desde principios de marzo. Quería salir de mi cuarentena voluntaria y abandonar la ciudad» cuenta a la AFP este hombre de unos 30 años, cliente inaugural del restaurante.
«Estamos llenos hasta el mes de agosto» dice, sonriendo, la copropietaria Linda.