Leena Gade, primera ingeniera de carrera que gana las 24 Horas de Le Mans

Primera mujer ingeniera de carrera en ganar las míticas 24 Horas de Le Mans en 2011, 2012 y 2014, la británica Leena Gade no tiene la impresión «de haber logrado algo fuera de serie», aunque comprende que su ejemplo sea «importante».

Nacida en el Reino Unido de padres de origen indio, esta británica, que cumplirá 44 años el 10 de marzo, comenzó de pequeña, junto a sus dos hermanas, a reparar sus juguetes rotos primero y, después, los pequeños aparatos electrónicos.

Tras vivir tres años en Bombay, Leena y su hermana pequeña Teena descubren la Fórmula 1 a finales de los años 1980. «Eso despertó nuestro interés y nos dijimos que podríamos llegar a ser ingenieras en el deporte del motor. Desde entonces fue todo lo que queríamos hacer», recuerda en una entrevista a la AFP.

Actualmente trabaja para Multimatic, una empresa canadiense implicada en la industria y el deporte del motor. También es miembro de la comisión de Mujeres en el Deporte del Motor de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

¿Qué representa para usted ser la primera mujer ingeniera de carrera en haber ganado las 24 Horas de Le Mans?

Respuesta: «Es curioso porque mi primer año en Le Mans como ingeniera de carrera con Audi, en 2011, me di cuenta de que recibí más peticiones de entrevistas que los otros, siempre con la misma pregunta: ¿es difícil ser mujer en un medio tan masculino? ¡Me harté hasta tal punto que pedí escribir la respuesta y distribuirla automáticamente! Aún hoy, no tengo la impresión de haber logrado algo fuera de serie que haya hecho evolucionar las mentalidades. Pero sí me doy cuenta que para mucha gente, sobre todo mujeres jóvenes y niños, oír hablar de alguien que ha hecho algo que se sale un poco de la norma, es importante. Se van a cumplir diez años y desde entonces ninguna mujer ha vuelto a ganar una gran carrera con un equipo de primer nivel. Eso demuestra que aún quedan cosas por hacer, no en términos de desigualdad, sino para lograr que haya más mujeres en esta industria. Debería haber más a este nivel».

¿Por qué eligió hacer carrera en un medio casi exclusivamente masculino?

«El cambio no debe venir sólo de la persona que se compromete en esta vía. Empieza mucho antes, con tus profesores, tus amigos, la familia. Hace falta que aquellos que te apoyan te digan que tu elección es normal, y que se lo digan a los demás. Nos acordamos de las personas que hacen cosas consideradas extraordinarias, pero lo que las lleva hasta allá es la estructura que las rodea. Si mis padres no nos hubieran presentado, a mi hermana y a mí, a un ingeniero y si éste no nos hubiese explicado su trabajo, ¿habríamos llegado a ser ingenieras? Quizá. ¿En el deporte del motor? No estoy segura…».

Durante su carrera, ¿ha sufrido o ha sido testigo de discriminaciones?

«Hace 14 años que estoy en el deporte del motor y nunca fui víctima de discriminación. Ser mujer es quizá la pequeña diferencia que hace que se acuerden de mí. Me he sentido más bien apoyada por la mayoría de hombres con los que he trabajado, porque si no hacía bien mi trabajo, ellos tampoco, y el equipo no podía tener éxito. Probablemente es más complicado para las mujeres piloto cambiar a la vez la mentalidad, el comportamiento y la percepción que se tiene de ellas. ¿Es más difícil para ellas encontrar dinero para financiar sus carreras? No lo sé… Pero creo que tienen que demostrar más que los hombres que pueden correr igual de rápido que cualquier otro cuando tienen el apoyo y el equipo para ello. He escuchado también historias de pilotos que habían tenido la impresión de no haber recibido el mismo apoyo que los hombres, sobre todo porque sus equipos no adaptaban la ergonomía a su morfología. Me sorprende, porque sí se hace para los hombres. No digo que sea habitual, pero ha ocurrido».